In memoriam. D. Pedro Manuel Aibar Ruiz

         Ayer nos llegó la triste noticia del fallecimiento, el pasado 1 de marzo, de D. Pedro Manuel Aibar Ruiz que había nacido en Magallón el 26 de noviembre de 1939, dedicando toda su vida a la agricultura, como viticultor, y asumiendo, al mismo tiempo, cargos de responsabilidad en diversas instituciones agrarias.

         En 1966 fue nombrado Secretario de la Cooperativa Agrícola “Santo Cristo” de Masgallón, puesto que desempeñó hasta 1970. Seis años después fue nombrado tesorero de la misma cooperativa por un período de cuatro años.

         En 1982 entró a formar parte, como vocal, del Consejo Regulador de la D. O. “Campo de Borja”, cuya presidencia asumió en 1988, desempeñándolo hasta 2006, tras sucesivas reelecciones. Su labor al frente del mismo fue muy importante, permitiendo el desarrollo de ese sector de la economía comarcal para el que abrió mercados en muchos países.

         Fue el creador de los Premios “Racimo de Oro”, uno de los cuales fue otorgado a nuestro Centro, en el año 2000, siendo entregado al entonces Secretario del mismo en el transcurso de un solemne acto celebrado en el monasterio de Veruela.

         También durante esa época se suscribió un acuerdo de colaboración entre el Consejo Regulador y el Centro de Estudios Borjanos. Fruto del mismo fueron la convocatoria de unos Premios de Investigación que tuvieron su reflejo en varias publicaciones editadas por nosotros.

         También fue organizada en las bodegas de la Casa de Aguilar una importante exposición sobre “La cultura del vino en el Campo de Borja” que fue inaugurada por el entonces Presidente de la Excma. Diputación Provincial de Zaragoza D. Javier Lambán Montañés.

         Con posterioridad a su paso por el Consejo, dedicó todo su esfuerzo a la puesta en marcha, en Vera de Moncayo, de su bodega “Pagos del Moncayo”, ahora “Prados” donde ha venido elaborando vinos de gran calidad.

         Descanse en paz un hombre que, ante todo, se consideró agricultor y cuyo trabajo influyó decisivamente en la consolidación del prestigio de los vinos de esta Denominación. A su esposa Dª. María Teresa y a sus hijos Pedro y Víctor, que siempre le acompañaron en su trabajo, así como a toda la familia, nuestro más sentido pésame.