martes, 7 de junio de 2022

La casa conventual de Novillas

 

         Como se habrán percatado nuestros lectores, todos los artículos que han venido apareciendo en nuestro blog durante los días en que hemos permanecido en Menorca, fueron redactados con anterioridad a nuestra salida utilizando preferentemente los materiales recopilados en el transcurso de las visitas que efectuamos a varias localidades de la zona: Novillas, Luceni, Boquiñeni, Añón y Alcalá de Moncayo.


         Cuando estuvimos en Novillas, quisimos dejar constancia del estado en que encuentra uno de sus monumentos más importantes, la antigua casa conventual de la Orden Hospitalaria de San Juan de Jerusalén, de Rodas y de Malta y, en primer lugar, nos dirigimos a la parte posterior por el sendero que parte de las proximidades del campo de fútbol. El campo estaba precioso y el verde de la vegetación constituía la nota predominante.



         Junto a la fachada un tamariz en plena floración y la yedra envolviendo parte de la fachada, aunque una parte de ella estaba seca. El monumento se mantiene inalterable a la espera de que se ponga en marcha algún procedimiento para evitar su progresiva degradación.




         Casi envueltos por la yedra, los venerable sillares de lo que fue castillo templario y luego hospitalario, encargado de vigilar la frontera aragonesa en esta zona de la raya, sirviendo de avanzadilla al de Mallén, de mayores dimensiones.



         Se da la circunstancia de que, en Novillas, el único monumento que goza de protección monumental es el “Fortín” o fuerte fusilero que fue declarado Bien de Interés Cultural con otros castillos aragoneses en 2006, pero este otro y el torreón islámico no fueron incluidos. Gozan, en teoría, de la declaración genérica que les otorgan las Leyes de Patrimonio, tanto nacional como autonómica, pero bien merecerían ambos una declaración específica.


         En la parte anterior, la situación sigue siendo también la misma. Recordamos que la fachada reproduce un modelo similar al de la iglesia de Ambel (también posesión de la Orden del Hospital) y la Casa Consistorial de Tabuenca, aunque en el caso de Novillas el número de arcos no se dobla en cada planta, pues tanto la baja como la primera tenían los mismos: tres, posiblemente por que el corto espacio disponible hubiera provocado que en la segunda los vanos hubieran sido muy pequeños en el caso de haber tenido que ser doce.







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