Agón
se ha ido convirtiendo en un lugar de refugio e inspiración de artistas
destacados. Uno de ellos es el escultor zaragozano José Antonio Barrios que, en
recientes declaraciones, señalaba que esta localidad tiene, para él, algo
especial, casi mágico, “hasta el punto de perseguirle allá donde va”.
Aunque
su lugar de trabajo se encuentra en el barrio de las Delicias de la capital
aragonesa, hace algún tiempo adquirió una casa en Agón, en cuyos bajos puede
admirarse una colección de sus obras.
En el jardín ha
emplazado otra de esa serie de instrumentos musicales que le han dado fama
internacional.
Porque
José Antonio ha instalado obras suyas en muchos lugares del mundo.
Recientemente, inauguró una gigantesca paloma en la residencia que ASPANOA
tiene en la localidad oscense de Almudevar.
En
Mirecourt (Francia) fue artista invitado, en 2010, dentro del Simposium
internacional de esculturas de madera que allí se organiza, realizando obras
tan interesantes como la que se muestra en la fotografía.
Fue,
con ocasión de una reciente visita a Agón cuando, gracias a la amabilidad de
Inmaculada Arricivita, pudimos visitar su residencia, esperando que, muy
pronto, podamos disfrutar de una muestra de su producción artística en la Casa
de Aguilar.
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