En
el Congreso de Enfermedades Cardiovasculares que, organizado por la Sociedad
Española de Cardiología, tuvo lugar en Zaragoza del 27 al 29 de octubre
pasados, participaron unos 4.000 especialistas con cerca de 1.000
comunicaciones. Entre ellas, obtuvo el Premio a la mejor comunicación la
presentada por la joven cardióloga borjana Dª Teresa Olóriz Sanjuán que
pertenece a la Unidad de Arritmias del Servicio de Cardiología del Hospital
Universitario “Miguel Servet” de la capital aragonesa.
La
doctora Olóriz se especializó en el tratamiento de las arritmias en Milán,
entre 2011 y 2014. Como es conocido, a través de las numerosas noticias que publican
los medios informativos, los desfibriladores constituyen un eficaz remedio
cuando el problema se presenta de forma inesperada ya que, mediante una
descarga eléctrica, provocan el restablecimiento del ritmo cardíaco.
Pero
esa actuación no previene la aparición de nuevas crisis, por lo que en los
centros especializados se recurre a la ablación que, en lenguaje vulgar,
consiste en el aislamiento de la zona cardíaca donde se desencadenan los
impulsos que provocan las contracciones irregulares, mediante una serie de
pequeñas “quemaduras”.
El
control de la situación posterior es el que ha sido objeto del trabajo de
Teresa Olóriz, en el cual viene a demostrar la conveniencia de realizar los
correspondientes tests dos o tres días después de la intervención ya que, en
caso contrario, podemos enmascarar los resultados como consecuencia de la sedación
a la que fue sometido el paciente o por la modificación de las propias lesiones
en el período inmediato al tratamiento.
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