Que el
retrato de Fernando VII que se conserva en el Salón de Reyes de la Casa
Consistorial de Borja era obra del pintor y académico borjano Buenaventura
Salesa no ofrecía ninguna duda y así se hace constar en las biografías que
hemos publicado del artista y en el catálogo de la exposición que, con estos
lienzos, se organizó en 1999 en la iglesia de San Miguel.
Sin
embargo, había pasado desapercibido que dicha obra fue firmada por su autor e,
incluso, se barajó la hipótesis de que se tratara de un trabajo precipitado
realizado para un acto de exaltación al monarca, celebrado en Zaragoza, que fue
encargado a Buenaventura Salesa y que tuvo que llevar a cabo de manera muy
rápida. De ahí que, por tratarse de un retrato del que no se sintió
especialmente complacido, fuera enviado a su ciudad natal para cumplir el
encargo recibido de la corporación municipal.
Pero,
ayer, Enrique Lacleta que estaba ultimando la realización de fotografías para
la publicación que estamos preparando, se percató de los detalles que damos a
conocer como primicia. Para ello, nos centramos en la parte del retrato en la
que el rey sostiene en su mano derecha un pliego, teniendo a la izquierda una
mesa sobre la que están colocados la corona y el cetro, símbolos de la
monarquía y otros documentos apilados.
Lo que
aparece en el pliego citado ya lo dimos a conocer anteriormente: “A los Reales
pies de Vuestra Majestad Católica, la Ilustre, Noble, Leal, Saqueada [y]
Fidelísima Ciudad de Borja, Suplicante”, en clara alusión a los títulos usados
por Borja y al memorial elevado al rey para que fuera compensada por los daños
sufridos en el transcurso de la Guerra de la Independencia.
Pero,
de lo que no nos habíamos percatado es que, en los documentos de la mesa se lee
perfectamente: “A los Reales Pies de Vuestra Majestad Católica, su Pintor de
Cámara Buenaventura Salesa suplicante”.
Salesa,
que había nacido en Borja el 15 de julio de 1756, fue nombrado Pintor de Cámara
por Carlos IV, tomando posesión del cargo el 28 de septiembre de 1799 y,
lógicamente, siguió ocupando este puesto durante el reinado de su hijo y
sucesor Fernando VII.
La
referencia anterior podría ser considerada como clara alusión a su autoría,
pero Enrique Lacleta se ha percatado de otro detalle mucho más explícito, el de
la inscripción pintada en el borde de la mesa, en la que se hace constar: “Buenaventura
Salesa pint. año 1814”, que nos proporciona además el año de su realización.
Teniendo en cuenta que falleció en 1819, estamos ante una obra de su última
etapa que, desde luego, no puede ser destacada entre las mejores que salieron
de sus manos, pero sobre la que habrá que volver para estudiar su origen y su
llegada a Borja.
Mientras
tanto, hay que señalar el interés de este descubrimiento de Enrique Lacleta que
hemos querido dar a conocer inmediatamente, dado que nos encontramos muy cerca
del segundo centenario del fallecimiento de ese ilustre artista, el cual
pretendemos conmemorar adecuadamente.
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