El
pilar de San Miguel, situado al final de lo que antaño fuera camino viejo al
Santuario de Misericordia, es el más importante de los existentes en Borja y,
probablemente, de toda la comarca.
Realizado en piedra es una obra de calidad que, como todos los peirones o pilares está protegido por la declaración genérica de Bien de Interés Cultural. A pesar de ello, su estado no era el más adecuado tras siglos de abandono. Aunque no se conoce la fecha de su construcción ni las circunstancias que la rodearon se trata de un monumento importante, merecedor de la máxima atención.
Por
eso nos han sorprendido gratamente las fotografías que nos ha enviado D.
Fernando Castellot que muestran los trabajos emprendidos para su restauración,
de los que nada sabíamos, aunque esperamos obtener información sobre esta
iniciativa de gran interés para el Patrimonio Cultural de nuestra ciudad.
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