El castillo que hoy comentamos está situado en la localidad de Mombeltrán (Ávila) en un precioso paraje al pie de la sierra de Gredos pero, a diferencia de los anteriores, su perfecto estado de conservación de exterior no se corresponde con el interior que se encuentra en ruinas.
Fue
mandado construir por D. Beltrán de la Cueva, al que Enrique IV había creado
duque de Alburquerque, como reconocimiento a su privanza, a pesar de que la
leyenda le atribuye la paternidad de la infanta Juana, conocida por ello como
Juana la Beltraneja, heredera al trono castellano que, sin embargo, tras
cruenta guerra recayó en la hermanastra del monarca, la infanta Isabel.
En
su construcción, entre 1462 y 1474, parece ser que intervino Juan Guas, el
mismo arquitecto del castillo de Manzanares el Real, al que ya aludimos y con
el que tiene algunos elementos en común. Fue el segundo duque de Alburquerque
quien lo transformó en residencia, siguiendo las características comunes de la
época, articulando las estancias en torno a un patio central columnado.
Pero,
como decíamos el aspecto interior no se corresponde con el exterior, dado que
hace tiempo quedó arruinado, aunque sus estructuras están consolidadas y se
organizan visitas guiadas con la única precaución de que los niños no pueden
acceder a la parte superior desde la que, por otra parte, se divisa un hermoso
panorama.
Sigue
siendo propiedad de la casa de Alburquerque, cuyas armas campean en la portada
de acceso. Rodeado de un parque, su hermosa silueta es el principal signo de
identidad de localidad de Mombeltrán, tanto de día como de noche.
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