El 24 de marzo de 1742 fue bautizado en Zaragoza D. Antonio Amar y Borbón, hijo del ilustre médico borjano D. José Amar Arguedas y de Dª Ignacia de Borbón. A los 20 años sentó plaza en el regimiento de caballería de Flandes, iniciando una brillante carrera militar. Tras participar en numerosas campañas, en 1802 alcanzó el empleo de Teniente General y el 2 de junio de 1803, Carlos IV le nombró Virrey del Nuevo Reino de Granada.
Antes de
partir para el Nuevo Mundo, se despidió de sus allegados en Borja y Sádaba, de
donde era natural su esposa. Fue entonces cuando donó a la colegiata de Santa
María el cuadro de San Cristóbal que hoy se exhibe en el Museo de la Colegiata
y en el que figuran sus armas personales.
Tras
desembarcar en Cartagena de Indias, llegó a Santa Fé de Bogotá el 16 de
septiembre de 1803, donde tuvo que enfrentarse a los movimientos
insurreccionales, aunque no quiso hacer uso de la fuerza. De hecho, hubo un
momento en el que llegaron a proponerle proclamarle rey, ofrecimiento que
declinó. Sin embargo, el 25 de julio de 1810 fue detenido por los insurgentes
que le sometieron a numerosas vejaciones.
Especialmente odiada era
la virreina Dª. María Francisca Villanova, cuya residencia fue asaltada por una
turba de más de 600 mujeres que la arrojaron a un albañal.
Por ello, ante el curso
de los acontecimientos, la burguesía local optó por dejarles marchar a
Cartagena, desde donde viajaron a la península que todavía estaba en guerra, a
bordo del bergantín El Volador, que zarpó el 12 de octubre de 1810,
arribando a La Coruña, tras 55 días de navegación. Hasta 1818 no pudieron
llegar a Zaragoza, donde murió la virreina.
Pero este
triste final no debe hacernos olvidar otras facetas de la personalidad del virrey,
que fue un hombre preocupado por la Cultura y las innovaciones científicas. De
ahí el apoyo dispensado, nada más hacerse cargo del virreinato, a José
Celestino Mutis (1732-1808) quien, desde hacía tiempo, venía desarrollando en
aquellas tierras una ingente labor de investigación, en el marco de lo que se
llamó la Real Expedición Botánica al Nuevo Reino de Granada.
Lo
mismo ocurrió con la expedición Balmis que condujo la vacuna contra la viruela
al continente americano, como ya comentamos en este blog hace algún tiempo.
Otro gran
proyecto emprendido por iniciativa personal del virrey fue la realización del Mapa
corográfico del Nuevo Reyno de Granada, encomendada al ingeniero militar D.
Vicente Talledo y Rivera, nacido en Valencia en 1758 y fallecido en Madrid en
1820. Comenzó su elaboración en 1803,
poco después de la llegada de Amar a Bogotá y de forma casi simultánea a la
expedición de Balmis con la vacuna.
Terminamos
recordando la biografía que publicó nuestro Centro, con la que su autora Carmen
Pumar Martínez, obtuvo uno de los Premios Coloma, dedicada a este personaje que,
a su regreso a la península fue nombrado Consejero Honorario de Estado y
Capitán General de Aragón, falleciendo en Zaragoza en 1826.
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