Ángel Cisneros y Carlos Gracia, dos ilustres tabuenquinos, se encuentran estos días en la isla de Malta, donde Ángel está realizando un curso, dentro del programa europeo Erasmus+.
Desde allí nos han enviado unas
fotografías de La Valetta, la capital de esa isla que fue arrendada por Carlos
V a la Orden de Malta, a cambio de percibir cada año un halcón vivo, no como la
joya que aparecía en la famosa película “El halcón maltés”, que protagonizaba
Humphrey Bogart.
Aunque la isla debía retornar a la
Corona española en el caso de que la abandonaran los caballeros, como así
ocurrió, a comienzos del siglo XIX, los ingleses se apoderaron de ella (porque
quisieron y porque pudieron) y la mantuvieron como base avanzada en el
Mediterráneo hasta que se creó la República de Malta.
La Valetta es una de las ciudades
del mundo que más nos ha impresionado, como le ha ocurrido a Ángel y Carlos.
Las huellas de la Orden impregnan todas sus calles y los principales monumentos
están ligados a su secular historia y a la de España.
Uno de los
monumentos más importantes es el Palacio Magistral, en cuya portada y escaleras
se retrataron nuestros comunicantes y, en donde, en una inolvidable visita de
larga duración estuvimos hace años investigando en sus archivos, soportando el
agobiante calor de un mes de agosto.
Las imágenes
que nos mandan corresponden a ese palacio donde residieron los Grandes Maestres
de la Orden, pero no podemos olvidar la magnífica concatedral de San Juan y
edificios tales como el Albergue de Castilla o el de Aragón, junto con los
fuertes de San Telmo, donde murió combatiendo el comendador D. Melchor de
Monserrat, o el del Santo Ángel, con soberanía compartida entre la República y
la Orden.
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