En repetidas ocasiones nos hemos referido al nido de la torre del reloj de la colegiata de Santa María de Borja, el más antiguo de los seis que ahora existen. Cada año, una pareja vuelve a ocuparlo, aunque en alguna ocasión hemos visto disputarlo con otras cigüeñas que pretendían establecerse en él.
Sin embargo,
este año estamos asistiendo a un curioso fenómeno. Mientras la pareja “habitual”
sigue en su nido, al otro lado de la torre hay siempre apostada una o dos
cigüeñas que no se han decidido en construir su propio nido.
Esta foto que,
como las restantes, fue tomada por Jorge Andía, permite ver a la pareja en el
nido y a otra en el lado opuesto. No ha conseguido ninguna con las dos parejas
posadas simultáneamente.
Pero nos ha
traído esta otra con cinco cigüeñas: tres en la torre y dos sobre el tejado de
la nave central. Parece que la colegiata despierta el interés de estas aves y
no nos sorprendería que en el futuro hubiera más nidos. Ya lo intentaron hace
dos años, en un contrafuerte y en la torre, pero no llegaron a terminarlos, por
causa que ignoramos.
Lo que ya empieza
a ser habitual es el ver a una cigüeña posada en lo alto del rascacielos y a
otras en los árboles de un jardín próximo.
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