En la noche del sábado al domingo algún desaprensivo volvió a llevarse el poste que cierra al tráfico la plaza de Aguilar. Es la cuarta vez que ocurre, aunque ignoramos si se trata de la misma persona.
En las
ocasiones anteriores, fue inmediatamente reemplazado por la Brigada Municipal,
como esperamos que ocurra ahora, dado el problema que representa la conversión
de la pequeña plaza en aparcamiento.
Al margen de la
dificultad que entraña la entrada y salida en ese recinto, hubo un momento en
el que el acceso a la Casa de Aguilar era imposible, al aparcar tres coches en
batería en su fachada. Por otra parte, es muy frecuente la llegada de bultos y
paquetes al Centro, para lo que es necesario que la plaza esté despejada.
Cabe preguntarse
el porqué se producen estos actos con tanta frecuencia. La culpa es de quienes
para ahorrarse la molestia de utilizar la llave que abre el paso, inutilizan la
cerradura para que el poste quede suelto, lo que facilita el que cualquiera
pueda llevárselo, como ha ocurrido ahora.
No hay comentarios:
Publicar un comentario