Jorge Andía está realizando sus prácticas del grado de Bellas Artes en nuestro Centro y le hemos encargado diversos trabajos de investigación, uno de ellos referido a una de las puertas que existieron en la cerca o muralla de Borja, concretamente la que llevaba el nombre de San Jorge.
De la existencia de esa antigua
puerta ha quedado constancia en diferentes documentos y planos. Uno de ellos es el plano urbano de 1854
realizado por Francisco Coello, el más antiguo conocido de nuestra ciudad.
En él la puerta está rotulada,
aunque su localización es imprecisa puesto que al topónimo no le acompaña un
signo grafico que indique su emplazamiento exacto, aunque podemos deducir que
se encontraba en la zona de la actual plaza de Santa María.
Sin embargo, existe otro plano que
sí puede aportarnos una hipótesis sobre su verdadero emplazamiento. Nos
referimos al plano realizado por Pascual Jordán en 1806. durante las obras de
reforma de la colegiata de Santa María acaecida entre 1791-1831.
Dicho mapa es la fuente más fiable
para conocer el antiguo aspecto de la colegiata y si observamos su planta
podemos encontrar un dato llamativo.
En él podemos observar los cambios
sufridos en la zona que da acceso a la colegiata. Se constata la antigua disposición de las
capillas emplazadas en el espacio que ocupa la actual capilla de san Antón y la
hoy desaparecida casa del campanero, cuyas dimensiones eran mayores que las de
la casa conocimos. Pero lo más llamativo es que sobresalía hacia la calle, formando un estrechamiento
situado entre la colegiata y el torreón
situado al otro lado de la calle.
Como el plano tiene un escalímetro
hemos podido establecer esta distancia en 14 palmos aragoneses; lo que
equivaldría aproximadamente a 270 cm. En
la actualidad mide más.
Es muy probable que, en ese
estrechamiento se situara la puerta, lo que explicaría que nunca estuviera
abierto ese lado del pórtico. Además, existía una comunicación desde la casa
del campanero al interior del pórtico, lo que plantea la hipótesis de que dicho
arco sirviera además como comunicación entre ambos edificios.
También hemos encontrado el momento
en el que este edificio fue demolido en parte o al menos trasformado, se trata
del plano realizado en 1857 donde se proyectan varios ensanches de vías urbanas.
El edificio que aún se conserva
parece atestiguar esta reforma. Lo demuestra el uso de distintos materiales en la
zona de la fachada que fue transformada; en la planta baja la disposición de
los sillares paree confirmar esta hipótesis ya que parecen indicar una jamba o
punto de apoyo de dicha puerta tal como podemos observar en las fotografías
Si observamos la fachada vemos que
el tramo situado a nuestra derecha: enfoscado y pintado es distinto al resto de
la edificación, por lo que parece fruto de una reforma posterior
correspondiéndose además con lo proyectado en el plano de 1857.
Sin embargo, parece que su parte
inferior compuesta por sillares, algunos ellos almohadillados, parece que no
fueron modificados y aún se conservan.
En la imagen,
la flecha señala una pilastra de sillares que bien podría corresponder al
arranque de dicha puerta, lo que repetiría un esquema similar al utilizado con
la puerta de Zaragoza antes de que fuera reedificada, dándole su actual aspecto.
Debemos
recordar que, en 1858, también fue reedificado el atrio como muestra el plano
de Antonio de Lasarri, dado a conocer en la obra Borja. Arquitectura y
evolución urbana. Es probable que, en ese momento, fueran modificadas las
dimensiones de la casa del campanero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario