Mientras no se detenga a los responsables, el problema de las pintadas en el casco urbano no entrará en vías de solución. Hay que recordar que estos hechos, por realizarse en una zona declarada Bien de Interés Cultural, es susceptible de ser calificada como delito, por lo que su persecución constituye una obligación de autoridades y fuerzas de seguridad.
Ahora, las
escaleras y muros situados junto a la Casa de las Conchas han vuelto a cubrirse
de pintadas, a pesar de que, no hace mucho tiempo fueron pintadas para eliminar
otras anteriores.
En esta
ocasión, la acción vandálica ha afectado también a una propiedad privada de la
calle San Juan Alta. Y lo curioso es que, por las características y la “firma”
no sería difícil identificar a los autores.
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