viernes, 14 de marzo de 2025

Un Beato en Mallén

         No son muchos los Santos y Beatos que han recorrido las calles de las diferentes localidades de nuestra comarca, pero hoy queremos recordar al beato Juan Nepomuceno Zegrí y Moreno (1831-1905), natural de Granada, que fue beatificado por San Juan Pablo III el 9 de noviembre de 2003.

El beato Juan Nepomuceno Zegrí estuvo en Mallén en 1878 y predicó en la iglesia parroquial de Nuestra Señora de los Ángeles, en el transcurso de una solemne Misa celebrada con ocasión de la llegada a esa localidad de cuatro religiosas de la congregación de Hermanas Mercedarias de la Caridad, que él había fundado, para hacerse cargo del hospital.

Lo recordamos hoy porque creíamos que esa visita había tenido lugar un 14 de marzo, pero D. Tomás Espeleta nos indicó que la llegada de las religiosas tuvo lugar el 18 de enero de 1885. 

 

Las cuatro primeras religiosas fueron las hermanas Josefa, Beatriz, Florentina y Constancia, a las que tres días después se unió la superiora sor Brígida. Todas ellas que, como hemos dicho, llegaron acompañadas por su fundador, fueron recibidas con gran entusiasmo por las autoridades y habitantes de la villa.

El beato Juan Nepomuceno Negrí, en su homilía, habló sobre la virtud de la Caridad, inspiradora del trabajo apostólico de las religiosas mercedarias y esa fue la motivación que inspiró la labor apostólica de estas religiosas en Mallén, primero en el hospital, más tarde a través de la enseñanza y, desde 1980, en la residencia de ancianos “San Sebastián”.

 

        Sin embargo, el 4 de junio de 2017, tras más de 132 años de presencia en la localidad, las tres religiosas que componían la comunidad en esos momentos: Sor Pilar González, Sor Ana María Liso y Sor Pilar Gallego, pusieron punto final a la misma con la celebración de la Eucaristía, a la que asistieron numerosas personas y las autoridades de la villa. 



         Luego, en el Pabellón Municipal hubo una multitudinaria comida de hermandad y el Alcalde D. Rubén Marco, que ya les había hecho entrega de una placa conmemorativa en la iglesia, les ofreció unos regalos.

 

         El recuerdo a la labor desarrollada por esas religiosas permanecerá en Mallén, pero de manera especial debería estar presente la estancia de ese gran obispo y beato que fue el fundador de esa comunidad, a la que se podría dedicar una placa en el lugar donde predicó.


No hay comentarios:

Publicar un comentario