Las armas de los Gil de Borja

Como hemos comentado en otro artículo publicado hoy Dª. Alicia Moreno de Carlos, de la Torre, López, García Mauriño, Gil de Borja, cuyo bisabuelo era hermano del primer marqués de Borja, nos ha facilitado datos muy interesantes sobre los “Gil de Borja”, una familia establecida en nuestra ciudad. Destaca entre esas informaciones la ejecutoria de hidalguía, en la que están representadas las armas que usaban.

En la propia ejecutoria, se describen de la siguiente manera: “Escudo partido en pal, a la mano derecha una faja roja con perfiles de oro, y sobre la faja un tigre pintado y coronado de oro, y sobre él una flor de lis de oro, puesto sobre campo azul; y debajo de la faja otro tigre coronado y otra flor de lis. Y a la mano izquierda un árbol verde con tres pájaros, puesto el pie en un montecillo que tiene algunas hierbas, sobre campo de plata”. 

 

         Hace cuatro años, D. Miguel Antonio Franco Garza nos envió esta fotografía en la que aparece el escudo de armas de la familia Gil de Borja que se encuentra en el palacio que tenían en Tarazona, ciudad a la que marchó una rama de la familia.

         Como puede apreciarse, el escudo coincide plenamente con el que aparece en la ejecutoria. Llama la atención esa maraña de cables, mal colocados, que cruza por delante de un elemento tiene la consideración de “Bien de Interés Cultural”. Pero esa es la impunidad con la que actúan las compañías eléctricas y de comunicación.

 

         Aunque el objetivo de este artículo es el de presentar las verdaderas armas de la familia, queremos recordar lo que, hace cuatro años, decíamos de su casa en Tarazona, situada en la calle Mayor, a la altura de la plaza de Cerbuna, siendo uno de los palacios importantes que pueden admirarse en el casco antiguo de esa ciudad.

 

         No tenemos imágenes propias del edificio, pero, en la ficha del Servicio de Información del Patrimonio Cultural Aragonés (SIPCA) se incluyen estas dos. En una de ellas puede verse la fachada en la que no aparecen esos cables que ahora cruzan sobre el escudo, por lo que su tendido no debe ser demasiado antiguo.

         En la otra se muestra una vista parcial de la escalera de tres tramos a la “que se abren huecos abalconados con tratamiento de fachada” y se cubre con “un lucernario de planta cuadrada con dos vanos con arcos de medio punto en cada lado”.

         Sobre los Gil de Borja volveremos para contar de dónde procedían y cómo llegaron a nuestra ciudad, desde la que dieron lugar a otras ramas en diferentes localidades.