martes, 2 de diciembre de 2025

Centenario de la heroica muerte de un Guardia Civil de Tabuenca

 

         Ayer, Heraldo de Aragón, en su sección “Hace 100 años”, recordaba el fallecimiento, en acto de servicio, del cabo de la Guardia Civil, comandante del puesto de Tabuenca, acaecido el 27 de noviembre de 1925. Como complemento de ese recordatorio, reproducimos el artículo que publicamos en este blog, dando amplia información de las circunstancias que rodearon aquel trágico suceso.

 

         Con frecuencia, los medios de comunicación difunden imágenes de rescates efectuados por la Guardia Civil en condiciones extremas, que ponen de manifiesto su profesionalidad y el riesgo que asumen para salvar las vidas de las personas.


         Pero, hoy queremos destacar el comportamiento de un modesto cabo, destinado en el puesto de la Guardia Civil de Tabuenca, en tiempos muy diferentes, cuando el cumplimiento de las órdenes había que llevarlo a cabo en condiciones muy penosas, dado que los servicios se efectuaban a pie.

         Era una época en la que la Guardia Civil estaba presente en nuestra comarca, a través de una serie de cuarteles que cubrían todas las carreteras de la zona. Uno de ellos era el de Tabuenca, donde estaba destinado el heroico protagonista de la acción que comentamos.

         El 27 de noviembre de 1925, salió del cuartel el cabo Gómez, acompañado del número Escolástico Vela Cardiel, para para dar cumplimiento a la orden del Capitán General de entregar una escopeta a un vecino de Trasobares. El día amaneció nevado, con tendencia a empeorar, a pesar de lo cual decidieron realizar el servicio.

 

Sorprendidos por una fuerte ventisca, el cabo murió en aquellos parajes inhóspitos, mientras que su compañero pudo llegar, al borde de la extenuación hasta Tabuenca, desde donde dieron aviso al Jefe de la Línea de Borja, organizándose una expedición para rescatar el cuerpo del infortunado cabo.

 

Su esposa, que estaba embarazada, dio a luz tres meses después a un niño, al que pusieron el nombre de Constantino, en recuerdo de su padre. Ese niño, educado en el Colegio de Huérfanos de Valdemoro fue el primero, de esa procedencia, en alcanzar el empleo de General.

 

Fue el General de Brigada de la Guardia Civil D. Constantino Gómez González, al que, años después, el Ayuntamiento de Tabuenca le concedió el título de “Hijo Adoptivo de la villa” y le dedicó una calle, con el curioso nombre de “General Constantino”. Se honraba así al ilustre miembro de la Benemérita, recordando al mismo tiempo el heroico comportamiento de su padre.


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