El Centro de Estudios Borjanos en el VIII Congreso de Historia Local

            Del 30 de junio al 2 de julio de 2011 se está celebrando en Rubielos de Mora el VIII Congreso de Historia Local de Aragón, organizado por el Departamento de Historia Moderna y Contemporánea de la Universidad de Zaragoza, en colaboración con el Instituto de Estudios Turolenses y otras instituciones. El tema de esta séptima edición es “Historia, pasado y memoria en el mundo contemporáneo”.

Rubielos de Mora. Foto: Biquipedia

            El Centro de Estudios Borjanos ha estado presente en este acontecimiento académico con una comunicación presentada por los investigadores D. Alberto Aguilera Hernández y D. Ramiro Adiego Sevilla con el título “Una difícil convivencia: La Iglesia católica en la Borja republicana” en la que se relatan algunas medidas adoptadas por las autoridades locales de claro matiz anti-religioso.

            Entre ellas se señalan la propuesta del concejal D. Zacarías Puyuelo de convertir la iglesia de San Pedro Mártir en teatro municipal, que no pudo llevarse a efecto por el rechazo de la población, ya que el citado templo era la sede de la Congregación Mariana y de las Hijas de María. También, desde el primer momento, se dejó de cantar el “Alabado sea Dios” con el que los serenos iniciaban diariamente su ronda a las puertas de la Casa Consistorial.

            Posteriormente, fueron suprimidas todas las subvenciones económicas que el consistorio facilitaba a la Iglesia para las fiestas religiosas y se dejó de asistir a las mismas. También fue secularizado el cementerio, aunque la medida que mayor repercusión tuvo fue la de prohibir las procesiones del Sagrado Corazón, de San Luis Gonzaga y de la Inmaculada Concepción en varias ocasiones.

También se prohibió la salida de la tradicional aurora el día de la Virgen de la Peana, patrona de la ciudad, pero el Rosario de Cristal, creado en 1928, pudo desfilar hasta que, en 1936, siendo alcalde D. Baltasar González, fue prohibido por la autoridade gubernativa, provocando un grave enfrentamiento ya que, sin ninguna duda, era y sigue siendo el acto más importante del año que, junto a su significado religioso, une el sentido de ser el principal exponente de la identidad borjana.