Junto a los dos conventos de religiosas que aún subsisten, hubo en nuestra ciudad otros cuatro conventos de religiosos que desaparecieron tras la Desamortización de Mendizábal, a comienzos del siglo XIX.
Queremos dedicar hoy un recuerdo al de agustinos recoletos que fue fundado en 1602 y que estaba situado en la actual plaza de España. Probablemente, es uno de los más desconocidos, debido a los escasos testimonios que del mismo nos han quedado.
Su iglesia que había sido inaugurada en septiembre de 1628, fue deteriorándose tras la marcha de la comunidad y, en 1863, se otorgó el permiso para su demolición. En el solar resultante se abrió la calle Nueva. De la iglesia no se conserva noticia de sus características.
En cuanto a su dotación artística han sobrevivido las imágenes de San Babil que se venera en la capilla de Ntra. Sra. de la Peana de la colegial y la de Santa Rita de Casia que fue depositada en el convento de la Concepción y que, en la actualidad, se venera en una capilla de su iglesia, después de que el ayuntamiento, como propietario de la misma, la solicitara para ser instalada en el Museo de la Colegiata, sin conseguirlo. Ambas fueron realizadas por el académico de San Fernando Juan Pascual de Mena (1707-1784). También se conservó, durante mucho tiempo, una imagen de San Nicolás de Tolentino en la iglesia de San Miguel, desaparecida tras el expolio al que fue sometido este templo, a mediados del siglo XX.
Otra obra, procedente de la iglesia del convento de agustinos es el retablo en el que se venera la imagen de Cristo Crucificado en la iglesia del convento de Santa Clara. Este retablo fue cedido por el M.I. Ayuntamiento de Borja, en su momento, a petición de esa comunidad.
Por lo que respecta al edificio conventual, conocemos sus características ya que se mantuvo en pie hasta la mitad del siglo pasado. En él se instalaron inicialmente las cárceles del Partido y viviendas para funcionarios municipales. Pero el deterioro creciente de la fábrica del mismo obligó a trasladar las cárceles a la Casa Consistorial. Después del proceso de reparación al que fue sometido el edificio, volvieron a instalarse allí los Juzgados, así como las oficinas de Correos y Telégrafos.
En las imágenes conservadas se aprecia también la portada de acceso que no era la original que era de ladrillo, realizada en 1699, por Juan Gómez. Más tarde, Diego Lizando, construyó en piedra la que ve en las fotografías.
El edificio del convento fue derribado, lamentablemente, a mediados del siglo XX y, en su lugar, se levantó el edificio de Ibercaja.
En la fotografía que ofrecemos puede verse el nuevo edificio construido, cuando aún no se había levantado la casa contigua.
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