Hace unos días publicamos el primer grabado de las armas de la ciudad de Borja, realizado en el siglo XVIII por el grabador Mateo González de Zaragoza, a partir de un dibujo del pintor borjano Buenaventura Salesa.
Buenaventura Salesa nació en nuestra ciudad el 15 de julio de 1756. Pertenecía a una dinastía de artistas, en la que destacó también su hermano Cristóbal como escultor. Estudió en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y completó su formación en Italia, donde permaneció varios años. En 1799 fue nombrado pintor de cámara por el rey Carlos IV y, poco después, asumió la dirección de la clase de Pintura de la Real Academia de Nobles y Bellas Artes de San Luis de Zaragoza, ciudad en la que residió hasta su fallecimiento en 1819.
De su trabajo como pintor se conservan muchas obras, entre ellas el retrato de Fernando VII que está en el Salón de Reyes de la Casa Consistorial de Borja.
José Nicolás de Azara por Mengs
Pero, ya desde su época de Roma, colaboró con distintos grabadores a instancias del que, por entonces, era ministro plenipotenciario en esa ciudad, el ilustrado aragonés José Nicolás de Azara que lo tenía en alta estima.
Con motivo de las exequias realizadas en Roma, con ocasión del fallecimiento de Carlos III, encargó a Salesa dos de los grandes cuadros que se colocaron en los arcos formeros de la iglesia de Santiago, donde tuvo lugar el funeral. En el informe enviado a Madrid, con este motivo, decía Azara que Salesa “hoy pasa en Roma por el primer dibujante entre todos los profesores y, ni después de Mengs, se conoce otro que diseñe como él”.
Como consecuencia de esta admiración surgieron varios encargos importantes. Uno de ellos fueron los dibujos para la colección de Retratos de españoles ilustres y, de manera especial, los 54 dibujos que Salesa hizo para ilustrar la Historia de la vida de Marco Tulio Ciceron, del inglés Conyer Middlenton que Azara tradujo al español y fue editada en Madrid, en 1790.
Los dibujos de Salesa corresponden a bustos de personajes de la Antigüedad clásica y a diferentes monedas, todos ellos seleccionados por el propio Azara. La grabación, a partir de los dibujos de nuestro autor, fue realizada por destacados grabadores italianos como Giacomo Bossi, Giovanni Petrini, Joan Ottaviani, Girolamo Carattoni, Joan Folo y Francesco Cecchini, entre otros.
El Centro de Estudios Borjanos guarda entre sus fondos el tercer volumen de esta magnífica obra, editadas en cuatro tomos y reimpresa en Madrid unos años después.
Precisamente, en el próximo número de Cuadernos de Estudios Borjanos aparecerá un artículo de Alberto Aguilera Hernández en el que estudia las monedas reproducidas por Buenaventura Salesa.
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