El Presidente del Centro habló sobre Veruela, los jesuitas y Borja

            Como habíamos anunciado, ayer tuvo la charla que el Presidente de nuestro Centro impartió, en la Casa de Aguilar, con motivo de la exposición que, sobre los jesuitas y Veruela, se está celebrando estos días.

      

           Ante numeroso público, hizo referencia, en primer lugar, a la fundación del monasterio, a instancias del señor de Borja D. Pedro de Atarés.

            Señaló el rico legado patrimonial que los cistercienses dejaron, tras una presencia de casi siete siglos, y las iniciativas que desarrollaron en varias localidades de la comarca que dependían de Veruela.

            Tras la Desamortización, el monumento atravesó una profunda crisis que estuvo a punto de desaparecer, pues llegó a ser puesto a la venta para utilizar sus venerables piedras como materiales de construcción.

            La acción de un grupo de personas de Borja y Tarazona, que se hicieron cargo del mismo, pudo impedirlo y su benemérita actuación logró conservarlo, recurriendo a iniciativas como la creación de una hospedería en la que se alojaron los hermanos Bécquer.

            Tras la llegada de los jesuitas, en 1877, la situación experimentó un cambio radical. Esta etapa constituyó el núcleo principal de la conferencia, analizando las reformas acometidas por la Compañía de Jesús durante los casi cien años de permanencia en Veruela.

            Habló sobre su actividad pastoral en los municipios de su entorno y, especialmente, en Borja a través de la predicación y de la organización de Ejercicios Espirituales para jóvenes y adultos.

Beato Pablo Bori S. J.

El P. Verdú S. J. en Borja

            Destacó la labor del beato Pablo Bori, fundador de la Congregación Mariana en nuestra ciudad y la del P. Verdú que, a mediados del siglo XX, impulsó varias iniciativas como la creación de Radio Moncayo.

El Siervo de Dios P. Jesús Ballesta S. J.

            Entre otros aspectos abordados, debemos señalar su referencia a los jesuitas borjanos como el P. Jesús Ballesta, asesinado en 1936 y cuyo proceso de canonización está incoado, junto a las figuras de varios hermanos coadjutores que destacaron en las actividades que les fueron encomendadas.

            Al término de su intervención, se efectuó un recorrido por las distintas salas de la exposición que está integrada por una colección de fotografías, propiedad de la Excma. Diputación Provincial, y diversos recuerdos relacionados con el monasterio, procedentes de los archivos del Centro.