Hoy
haremos referencia a un pequeño escaparate o vitrina, situado en la Sala III
del Museo de la Colegiata, junto al retablo del Niño Jesús que comentamos días
atrás en este mismo blog.
Se
trata de un trabajo que, sin alcanzar la importancia de una obra singular,
reviste especial encanto, tanto por la temática representada como por su
ubicación en un mueble que se ha conservado muy bien.
La
imagen representa a San Joaquín, el padre de la Virgen, en actitud de caminar,
llevando de la mano a la Niña María. San Joaquín, ya anciano y con larga barba
blanca, viste una camisa interior de la que sólo se advierten las mangas azules
que asoman a la altura de las muñecas. Sobre ella se dispone una vestidura, a
manera de gabán con mangas y cola, de color verde. Está forrado de armiño como
puede apreciarse en las vueltas y cuello. A la cintura la ciñe un cordón rojo.
En la mano izquierda porta un bastón o cayado corto. Por su parte, la Virgen lleva
túnica de color rojo y manto azul que fue la forma tradicional de representarla
hasta la adopción de los colores inmaculistas.
Es
interesante la vitrina, de estilo neoclásico, con las guirnaldas del frente y
laterales. Esta obra estuvo presente en la Exposición “María en el Arte de la
ciudad de Borja”, organizada con ocasión del II Centenario de la Virgen de la
Peana, en 1989, y en la ficha catalográfica, redactada por la Profª Dª Belén
Boloqui era datada en la primera mitad del siglo XIX, aunque por el momento
desconocemos el nombre del autor de la misma.
Su
inclusión en el Sala III del Museo vino determinada por el hecho de que, al
tener como hilo conductor, de su temática, a la figura de la Virgen,
acompañando a su Hijo en el Misterio de la Redención, pareció oportuno incluir
esta pieza de María Niña, al inicio del recorrido.
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