Entre
los equipamientos culturales de la ciudad tarraconense de Reus se encuentra el
Museu d’Art i Història de la localidad, situado en la plaza de la Libertad.
Entre las obras que conserva se encuentra la magnífica colección de tablas
góticas, procedentes del legado Pedrol Rius.
Don
Antonio Pedrol Rius (1910-1992) fue un ilustre jurista que llegó a ser
Presidente del Consejo General de la Abogacía y Senador, por designación real,
en las Cortes Generales entre 1977 y 1978. Pero, además, fue un gran
coleccionista y, durante la primera mitad del siglo XX, siendo todavía muy
joven recorrió diversos lugares de España, adquiriendo pintura gótica que
constituía una de sus pasiones. Al morir, donó treinta de estas obras a Reus,
su localidad natal. Sobre este conjunto existe una obra de gran calidad, Col.lecció de taules gòtiques del llegat
Antoni Pedro Rius, editada por el Ajuntament de Reus que, recientemente,
nos ha remitido la restauradora Dª Ana Martín Sevilla y de la que proceden las
imágenes que reproducimos.
Porque,
entre esas obras, se encuentran dos que proceden de Talamantes. Se trata de dos
interesantes representaciones de San Antonio Abad y del apóstol Santo Tomás,
cuyas medidas con marco son de 138,7 x 80,5 cm. En la primera, San Antón
aparece con sus atributos habituales, la campanilla y el cerdo a sus pies,
mientras que en el caso de Santo Tomás, lleva la escuadra en alusión a sus
supuestas habilidades como arquitecto.
De
la existencia de estas tablas ya había dado noticia el gran estudioso de la
pintura española, el Prof. Chandler R. Post, de la Universidad de Harvard quien
en su conocida obra A History of Spanish
Painting, las atribuyó al llamado “maestro de Tena” y ya señaló que, aunque
procedentes de Talamantes, habían sido adquiridas por D. Antonio Pedrol.
Lo
que no sabíamos es que, en esta colección, se encontraba esta magnífica obra,
procedente de Magallón, que representa a San Jerónimo y que, en el catálogo, se
sugiere la posibilidad de fuera realizada por Miguel Ximénez. En la tabla (152
x67 cm), aparece San Jerónimo con vestiduras cardenalicias. Un ángel le está
imponiendo el capelo, aunque a sus pies tiene el león que se asocia a su etapa
posterior como penitente.
La
venta de estas tres obras se produjo en un momento en el que, probablemente, no
se les concedía la importancia que ahora merecen. Sin embargo, debemos resaltar
que nuestra comarca ha sabido conservar un excepcional conjunto de pintura
gótica que comprende desde las tablas de la colegiata de Santa María de Borja a
los retablos de Ambel, pasando por las tablas de Bulbuente, Ainzón, Magallón y,
por supuesto, las de la ermita de San Sebastián de la Loteta de esa última
localidad que Post atribuyó a un “maestro de Coteta” por un error en la
transcripción del nombre.
En
otro artículo haremos referencia a una obra que se vendió en Borja y que
reviste un interés singular porque Post atribuyó a un “maestro de Borja” de
cuya producción pudimos ver, no hace muchos años, una hermosa tabla de San
Pedro en una exposición celebrada en el palacio de la Aljafería.
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