Hace
pocos días, a raíz de la publicación de un artículo sobre el pantano de la
Loteta y la ermita de San Sebastián, situada en sus proximidades, nuestra fiel
seguidora Rocío Herrera, que mantiene un blog imprescindible para el
conocimiento de esta zona (http://encantodelmoncayo.blogspot.com.es),
nos envió un comentario sobre la grata sorpresa que le había deparado el
“descubrimiento” de ese bello paraje. Ahora, y dedicado a ella, Pedro Domínguez
nos ha mandado una serie de fotografías sobre otra ermita relativamente cercana
a la anterior que, aunque perteneciente al término municipal de Pedrola, se
ubica en el mismo límite con el de Magallón, por donde pasaba el antiguo camino
a Zaragoza y de la que ya nos hemos ocupado en anterior ocasión.
Se
trata de la ermita dedicada a Nuestra Señora de la Fuempudia, un edificio de
ladrillo de planta rectangular, junto a una balsa de agua y un caserío
abandonado en la actualidad. Por sus características no parece una edificación
muy antigua, aunque no por ello deja de revestir indudable interés.
A
pesar de que el estado del edificio sigue siendo aceptable, carece de puerta,
habiendo sido saqueado el interior, donde puede verse el retablo derribado en
el suelo. Según nos informa Pedro, hasta fechas relativamente recientes se
veneraba allí una imagen de la Virgen del Carmen que, al parecer, se encuentra
en Pedrola. Sin embargo, según un antiguo calendario litúrgico, la fiesta de la
Virgen de la Fuempudia se celebraba el 8 de septiembre que corresponde a la de
la Natividad de Nuestra Señora.
Junto
a ella existe una casa aún en pie, también enclavada en el término municipal de
Pedrola, pero al lado, y ya en el término de Magallón, existieron dos casas,
tres cuevas excavadas en la ladera, y
una pequeña vivienda mixta, compuesta por bodega con una planta edificada sobre
ella. Decimo que existieron porque el conjunto se encuentra completamente
arruinado, así como el pilar de Santa Bárbara que está en un pequeño altozano
como puede apreciarse en la primera fotografía. Allí se albergaban, durante la
época de la siembra y recolección, agricultores de Magallón y Pedrola.
Lo que aún pueden verse
son las bodegas, excavadas en estratos de tierra de curiosos colores. Alguna de
ellas tiene dos o tres divisiones interiores, comunicadas por aperturas y con
conductos de ventilación hasta el exterior. Pedro se plantea la duda de si
fueron bodegas vinarias, pues no parece probable en esta zona. La fotografía
anterior corresponde a la de la vivienda antes citada, con muros revocados y
una curiosa alacena.
Para los interesados en
visitar el lugar, se llega allí desde la ermita de San Sebastián de la
Loteta, siguiendo en dirección sureste,
dejando a la derecha los llamados “Siete Cabezos”, guarida de bandoleros hasta
el siglo XIX que asaltaban las diligencias que transitaban por el antiguo
camino. Como señalábamos, el lugar se ubica en la muga de los términos
municipales de Magallón y Pedrola, nada más atravesar el barranco del Bayo.
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