Cuando
a finales de la década de los años 60 del pasado siglo se constituyó la
Asamblea Comarcal de la Cruz Roja de Borja, sus voluntarios comenzaron a
prestar servicio en carretera en el puesto de Primeros Auxilios que se
acondicionó en el llamado “cruce de Gallur”, en un edificio abandonado cuyos
propietarios lo cedieron para este fin, de forma completamente desinteresada.
El
cruce era un auténtico “punto negro” en la red viaria española y los accidentes
eran sumamente frecuentes en ese lugar y en otros de los alrededores. No fue
hasta que se construyó la autopista y se acondicionaron los accesos de la N-232
cuando se redujo la siniestralidad.
La
Asamblea fue dotada con una ambulancia DKW que fue la primera que existió en
nuestra ciudad y que, a pesar de sus escasas prestaciones, nos parecía algo
extraordinario. Con ella se realizaban también las evacuaciones desde los
distintos municipios de la zona hasta los hospitales de Zaragoza.
Aquel
viejo puesto, en el que también prestaban servicio los miembros de la Asamblea
de Gallur, desapareció hace tiempo, siendo reemplazado por el que se construyó
en la N-122, pero hemos querido recordarlo hoy, junto con aquellas personas que
fueron pioneras de la Cruz Roja en nuestra ciudad como el Capitán D. Pascual
Aznar, el Teniente D. Manuel González o el Sargento D. Eusebio Albericio que,
con la ayuda de muchos voluntarios y el gran entusiasmo que les caracterizaba,
dedicaban sus horas libres a ese duro trabajo de atender a las víctimas de los
siniestros de carretera.
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