Uno de los autores a
los que venimos dedicando especial atención es a D. Severino Aznar Aznar, entre
otras razones porque nacido en Tierga se crio en Calcena y Trasobares. Su
actividad incansable como difusor de la Doctrina Social de la Iglesia en España
y eminente sociólogo, dejó una ingente producción literaria que hemos ido
reuniendo en nuestra biblioteca, hasta el punto de convertirse en una de las
colecciones más importantes de sus obras. Recientemente, un profesor de la
Universidad San Pablo-CEU nos ha comunicado su propósito de desplazarse hasta
Borja para consultarla, dado que están preparando una biografía de D. Severino.
Con este motivo hemos vuelto a efectuar una búsqueda de aquellos libros que nos
faltaban y hemos conseguido incrementar nuestros fondos.
Entre las nuevas
adquisiciones figura la obra de Paul Combes (1856-1909), El problema de la felicidad, que Severino Aznar tradujo del francés
en 1909, cuando era Director de la revista La
Paz Social, de la que disponemos de la colección completa de la misma.
Su
labor de traductor incluyó otras obras como Le
développement du catholicisme social depuis l'encyclique "Rerum novarum”
que Max Turmann (1866-1943) había publicado en Francia en 1900 y que tradujo y
prologó para la edición española de 1907 que llevó por título El desenvolvimiento del Catolicismo Social
desde la encíclica “Rerum novarum”. Ideas directrices y caracteres generales.
La famosa encíclica que León XIII había
dado a conocer el 5 de mayo de 1891 tuvo una enorme repercusión en todo el
mundo católico y D. Severino quiso difundir sus enseñanzas en España, a través
de esta obra del conocido escritor francés. Es curioso que, en el transcurso
del tiempo, temas como el que nos ocupa hayan sido olvidados por algunas
órdenes religiosas pues la obra que hemos adquirido procede de la Biblioteca
Central que una conocida orden tenía en Pamplona.
D.
Victoriano Guisasola y Menéndez (1852-1920) fue obispo de Osma, de Jaén, de
Madrid-Alcalá, arzobispo de Valencia y cardenal primado de España. En 1916
escribió una Carta Pastoral con el título Justicia
y Caridad en la organización cristiana del trabajo que, por iniciativa de
un grupo de jóvenes, fue reeditada en 1933, con su prólogo de D. Severino
Aznar, en momentos especialmente difíciles para la Iglesia española. En dicho
prólogo afirmaba D. Severino que esa Carta Pastoral era una de las piezas doctrinales
más luminosas entre todas las que había producido en un siglo el episcopado
español y hubiera estado llamada a producir sensación en Europa, si ésta no
hubiera estado ensordecida y espantada por el estruendo de los cañones. Por
tratarse de una defensa del sentido cristiano del trabajo y de las clases
obreras, era sumamente interesante volver a darla a conocer entre los jóvenes,
a la vez que glosaba la figura del insigne cardenal y sus enseñanzas.
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