Uno de
los actos más importantes del Festival Borja en Jazz fue la sesión celebrada en
el Teatro Cervantes, a las diez de la noche del pasado sábado. Inicialmente
previsto en la plaza de España, la posibilidad de que se viera afectado por las
inclemencias atmosféricas obligó a trasladarlo al teatro, lo que fue un
acierto, dado que se pudo seguir, con mayor comodidad el desarrollo de las
actuaciones que se sucedieron en el transcurso del mismo.
En
primer lugar intervino Trío Vivo, un excelente conjunto integrado por Albert
Cubero (guitarra), Rafael Escoté (bajo eléctrico) y Quim Soler (batería) que
fusionan el jazz contemporáneo con ritmos afroamericanos, candombe, samba, baiao
y otras expresiones exóticas, siendo muy aplaudidos al final de su actuación.
Seguidamente,
el Concejal de Cultura D. Carlos García Viñal y el Director Artístico del
Festival Chus Fernández procedieron a entregar los premios otorgados en la
presente edición.
Chus
Fernández anunció que, en esta ocasión, se había decidido conceder esta
distinción a cuatro formaciones que gozan de un reconocido prestigio
internacional. Tres de ellas habían merecido ser destacadas por una relevante
publicación y la otra por expresa decisión de los organizadores.
Chevi
(Jimmy Glass), Pere Pons (Jamboree Jazz & Dance Club) y Tato y Gorka (La Bilbaina)
recogieron la insignia y la botella simbólica de Bodegas Borsao, posando
después, junto con el Sr. Concejal y el Director del Festival.
No
pudo estar presente Dick Angstadt, de Bogui Club, que envió un emotivo mensaje
a través del móvil que, por cierto, se pudo escuchar perfectamente por la
megafonía de la sala.
A continuación
actuó Perico Sambeat Ensemble, una formación musical surgida en Valencia en
2015, constituida por Perico
Sambeat (saxo alto, saxo soprano, flauta, tambourine), Javier Vercher (saxo
tenor, saxo soprano), Voro García (trompeta), Toni Belenger (trombón), Santi
Navalon (teclados), Iván Cebrián (guitarra), Julio Fuster (bajo acústico, bajo
eléctrico), y Miquel Asensio ‘Rochet’ (batería).
Su
música está inspirada en la obra del mítico Frank Zappa, aquel genio de
Baltimore que supo revolucionar el rock, mezclarlo con la clásica y el jazz sin
límites, rompiendo fronteras y creo un lenguaje nuevo y trasgresor que sigue
vigente.
Inolvidable
sesión para todos los que pudieron disfrutarla, muchos más de los que aparecen
en esta imagen, realizada en el descanso, y que vino a refrendar el éxito de esta
edición que culminó ayer con la intervención de The Gospel Viu Choir y de la
que ha quedado también el recuerdo de las Jam Sessions del parque de San
Francisco y la actuación de la Broken Brothers Brass Band en las calles de
nuestra ciudad y en sus bodegas.
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