No
hace mucho, a raíz del fallecimiento de la actriz que interpretó a la “Valentina”
de Crónica del Alba, de Ramón J.
Sender, recordábamos a Valentina Ventura Penalva, la Valentina real que fue el
primer amor del escritor que la inmortalizó en su obra sin que ella llegara a
saberlo nunca.
Hemos
vuelto a recordarla, de nuevo, en Tauste donde sigue estando presente pues, no
en vano, allí se conocieron los dos niños, aunque la estancia de Valentina en
esa localidad fue fugaz y terminó contrayendo matrimonio con el abogado borjano
D. Rodolfo Araus, falleciendo en nuestra ciudad, en cuyo cementerio reposan sus
restos.
En uno
de los libros que nos entregaron aparece esta fotografía de Valentina joven,
interpretando el papel de “Fabiola” en el Teatro Principal de Santander hacia
1920, según se indica en el libro, lo que ponemos en duda, dado que Valentina había
nacido en 1903 y en la imagen no representa los 17 años que tendría en 1920.
Por otra parte, el Teatro Principal de Santander se quemó el 30 de octubre de
1915 y, por lo tanto, no existía en 1920. Es más probable que la representación
tuviera lugar en el verano de 1915. En cualquier caso, la imagen facilitada por
su hijo D. Rodolfo Araus Ventura, nos ha permitido constatar que Valentina
actuó también como actriz, aunque fuera interpretando obras pensadas para “niños
y jóvenes”.
Porque,
ese era el carácter del drama en tres actos y en prosa que, con el título de Fabiola escribió Carmen Núñez Rodríguez, publicado por vez primera en Madrid, en 1912 y
del que, en alguna reseña biográfica de la autora, se señala que “no ha quedado
constancia de su posible puesta en escena”. La foto constituye una prueba de
que sí lo fue y nada menos que el Teatro Principal de la capital cántabra en el
transcurso de lo que, probablemente, fue un festival. A Valentina le fue
adjudicado el papel protagonista, el de la dama romana Fabiola convertida al
Cristianismo por influencia de su esclava Syra.
Pero
la obrita estaba inspirada en una novela famosa, por su amplia difusión, Fabiola o la Iglesia de las catacumbas
que había publicado el cardenal Wiseman en 1854, como respuesta a la obra Hypatia que el año anterior había
escrito Charles Kingsley (1819-1875), de clara inspiración anticristiana, en la
que exaltaba la figura de la filósofa griega, nacida en Egipto y asesinada por
un grupo de fanáticos cristianos en 415 o 416. La respuesta del cardenal
enalteciendo, de forma novelada a los cristianos que, a su vez, fueron víctimas
de las persecuciones romanas encontró amplio eco, siendo traducida a numerosos
idiomas e, incluso, llevada al cine en varias ocasiones.
Pero también nos ha sorprendido el comprobar que en
Tauste se convoca anualmente un Concurso de Cuentos, con el nombre de “Valentina
Ventura” que, en esta ocasión, alcanza ya su XVIII edición.
Dirigido
a niños y mayores, damos a conocer sus bases ya que, hasta el 22 de marzo está
abierto el plazo de recepción de originales y alguno de nuestros lectores puede
animarse a participar, dado que el tema es libre y la extensión no debe superar
los 6.300 caracteres.
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