En enero de 1892 un jabalí decidió abandonar su natural hábitat
del Moncayo, probablemente cubierto por la nieve y bajar hasta el llano en
busca de alimento. Según relataba El
Diario Mercantil de Zaragoza, aunque la noticia fue también reproducida por
El Diario de Huesca, donde la hemos
tomado, fue localizado entre Ainzón y Fuendejalón.
Perseguido por varias personas, lograron darle muerte a
pedradas junto a las tapias del cementerio de Ainzón. En la información se
señala que pesó seis arrobas y media (unos 82 kilos), no era por lo tanto un
ejemplar pequeño, aunque los hay mayores.
Lo llevaron a Borja, donde varias personas lo adquirieron al
precio de 18 reales el kilo. Casi 100 pesetas obtuvieron los improvisados “cazadores”
con la pieza cobrada de tan inusual y salvaje manera. No ha quedado constancia
acerca de si los compradores contrajeron la triquinosis, dado que no se
realizaron los análisis que hoy son preceptivos. Pero, si así ocurrió, es
probable que confundieran los síntomas con los provocados por un enfriamiento y
atribuyeran los dolores musculares a un reuma.
El jabalí de la foto es del Moncayo, pero no fue la víctima
de la cacería, sino que su imagen fue difundida por nuestro compañero D. Ramiro
Adiego en su blog.
No hay comentarios:
Publicar un comentario