viernes, 14 de febrero de 2020

Imposición del capelo al cardenal Casanova


         Tuvimos la fortuna de conocer a D. Juan Casado Alcaide con ocasión de la visita efectuada a Borja por una delegación del Ayuntamiento de Montilla. Desde entonces, han sido varias las ocasiones en las que ha tenido la amabilidad de donar a nuestro Centro una serie de documentos, adquiridos a sus expensas. El último de estos envíos lo recibimos ayer y, aunque haremos referencia a su contenido en otros artículos, hoy queremos resaltar una imagen relacionada con la imposición del capelo cardenalicio a D. Vicente Casanova y Marzol, que no teníamos en nuestros fondos.




         En la fotografía tomada a las puertas del Palacio Real aparecen los cardenales D. Eustaquio Ilduaín Esteban, arzobispo de Sevilla, y D. Vicente Casanova Marzol, arzobispo de Granada, a los que el 16 de abril de 1925 S. M. el Rey Alfonso XIII impuso el capelo, tras ser creados cardenales por S. S. Pío XI en el consistorio celebrado el 30 de marzo de ese año. Junto a ellos aparecen los ablegados pontificios y guardias nobles que trajeron los capelos, desde Roma, a los que mencionaremos más adelante.



         El cardenal Ilundain había nacido en Pamplona el 20 de agosto de 1862 y tras cursar los estudios eclesiásticos en el seminario de su ciudad, se graduó como Doctor en el seminario de Toledo, siendo ordenado sacerdote en 1886. Ejerció la docencia en los seminarios de Pamplona y Sigüenza, ciudad esta última en la que fue arcipreste de su caredral. En 1905 fue consagrado obispo de Orense, siendo preconizado a la archidiócesis de Sevilla en 1920, donde falleció el 10 de agosto de 1937. Fue creado cardenal, como hemos dicho, en 1925 con el título de San Lorenzo in Panisperma.



         D. Vicente Casanova Marzol nació en Borja el 16 de abril de 1854. Ordenado sacerdote en 1881, tras desempeñar su ministerio pastoral en las parroquias de Maluenda y Alfaro, obtuvo por oposición, en 1892, la plaza de rector de la parroquia del Buen Consejo de Madrid. El 19 de diciembre de 1907 fue nombrado obispo de Almería, siendo consagrado el 25 de marzo de 1908. Promovido a la sede metropolitana de Granada, en 1921, el Papa Pío XI lo creó cardenal, en el mismo consistorio que el anterior, con el título de los Santos Vidal, Gervasio y Protasio. Falleció en Zaragoza, el 23 de octubre de 1930, cuando se encontraba asistiendo al III Congreso Catequético Nacional.



         Esta imagen corresponde al momento en el que el cardenal Casanova recibe el capelo de manos del Papa Pío XI en Roma, ceremonia inmediatamente posterior al de su creación como cardenal en el consistorio. Pero los Reyes de España tenían el privilegio de imponer, posteriormente, el birrete a los nuevos purpurados españoles en un solemne acto que se celebraba en el Palacio Real.



         La ceremonia que estamos comentando tuvo lugar en la capilla de Palacio yse tuvo que posponer unos días porque el cardenal Ilundaín se encontraba indispuesto tras su regreso de Roma.
         La prensa de la época dio noticia del desarrollo del acto, presidido por los Reyes que hicieron su entrada en la capilla, precedidos por los gentilhombres y mayordomos de semana, así como por los Grandes de España: duques de Fernán Nuñez, Medinaceli, Seo de Urgel, Aliaga, Villahermosa, Vega, Almenara Alta y Santa Cristina, marqueses de Velada, Santa Cristina, Santa Cruz, Castromonte, Valdetarrazo, Mondéjar, Canillejas, Quirós, Fontalba, Romana y Argüeso, más los conde del Real, Elda, Villagonzalo y Bilbao.
         Les seguía en nuncio de Su Santidad monseñor Tedeschino; los cardenales de Burgos y Tarragona; S. A. R. el Príncipe de Asturias y los infantes D. Alfonso María de Borbón y D. Fernando de Baviera.
         El Rey vestía el uniforme de los Lanceros y la Reina Dª. Victoria Eugenia un traje de tisú de plata con mantilla negra. Le acompañaba S. A. R. la infanta Dª. Beatriz y un nutrido grupo de damas.
         En el lugar destinado al público se situaron las comisiones de Almería, Granada, Sevilla y Pamplona. También estuvo presente una representación de Borja, encabezada por su Alcalde D. Juan Antonio Alzola. Ecos del Moncayo, detalló el nombre de los integrantes que eran el arcipreste D. Manuel Peiro, el sacerdote D. Pablo Pérez Montorio, D. Pedro A. Bermejo, D. José Garitaoitia, D. Manuel Sanjuán, D. Rafael Castro, D. Manuel Val, los sobrinos del cardenal D. Fausto, D. Pedro, D. Marcos, D. Narciso y D. Nicolás y D. Vicente, sus sobrinas Dª. Generosa Marzol y Dª. Aurelia Rivas, D. Vicente Salinas y el autor de la crónica que firmaba M. F.

Todos ellos acompañaron al cardenal, el cual intercedió ante el Mayordomo de Palacio para que tuvieran acceso a la capilla, como así fue.



         En la mañana del día señalado el cardenal fue conducido a palacio en carroza de gala, acompañado por el Guardia Noble conde Salimei, que era el que el Papa le había asignado, mientras que al cardenal Ilundaín, le acompañó el conde Ambrosi.
         Una vez en el interior de la capilla, el notario de la misma leyó el Breve Pontificio que daba cuenta de la creación de los nuevos purpurados y seguidamente se adelantó al estrado que ocupaban los monarcas el cardenal Ilundaí, acompañado por el ablegado pontificio D. Luis Centoz, que era quien portaba el capelo, que le fue impuesto por D. Alfonso XIII. Seguidamente se repitió la ceremonia con el cardenal Casanova, portando el capelo el ablegado D. José Migone.

         Tras pronunciar unas palabras de agradecimiento el cardenal Ilundaín se celebró la Santa Misa. La capilla real interpretó la Misa en FA de Foschini y otras composiciones.




         Por la noche, en el comedor de gala de Palacio SS. MM. ofrecieron una cena a la que asistieron 62 personas. La relación detallada de todos los participantes también fue ofrecida por la prensa. Lógicamente, a ella no asistieron los borjanos y el improvisado cronista comentaba: “Del banquete con que S. M. obsequió a los Eminentísimos Cardenales, nada puedo decir porque... nada vi ni probé”.

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