domingo, 9 de febrero de 2020

La contribución de Borja al monumento al Justiciazgo


         En el artículo en el que ayer dedicamos a la Exposición Aragonesa de 1868, hicimos referencia al lugar en el que estuvo ubicada que fue la actual plaza de Aragón, entonces presidida por el monumento a Pignatelli que, posteriormente, fue reemplazado por el dedicado al Justiciazgo que ahora se alza en la plaza.




         Dentro de los libros que forman el legado Bayod hemos recibido el titulado El monumento al Justiciazgo. Folleto complementario de dicha obra (erigida en 1904) cuyo autor era el arquitecto responsable del proyecto D. Félix Navarro que fue también quien construyó el Mercado Central que acaba de ser rehabilitado.

         Esta publicación nos ha permitido conocer la contribución del Ayuntamiento de Borja y de otros de la comarca al presupuesto de la obra, algo que ignorábamos y que merece la pena resaltar.



         Esta es la imagen del monumento que aparece en la obra citada en la que, además del arquitecto, intervinieron el escultor D. Francisco Vidal que fue quien modeló la estatua de Juan de Lanuza, fundida en bronce en la empresa Averly.

         La idea del homenaje a la institución del Justiciazgo estuvo siempre vinculada a políticos de ideología liberal. Ya había sido propuesta en la Cortes del Trienio Constitucional y volvió a surgir tras la revolución de 1868, cobrando fuerza tras la iniciativa presentada en el Ayuntamiento de Zaragoza por un concejal republicano en 1887.



         El proyecto no puede ser desvinculado de otra iniciativa llevado a cabo en aquella época, la del monumento a los “Mártires de la Religión y de la Patria”, en la plaza de España, que fue promovida por las fuerzas conservadoras y que, curiosamente, se inauguró el día anterior al del monumento al Justiciazgo; en este último caso sin la presencia de representantes religiosos.



         Para recaudar los fondos precisos se constituyó una Comisión Ejecutiva, en 1888, en la que se integraron representantes del ayuntamiento de la capital aragonesa y de las tres Diputaciones Provinciales. En Zaragoza se abrió una suscripción pública que recaudó 2.153,25 pesetas y también contribuyeron diversas corporaciones, siendo las más importantes las del Círculo de Unión Republicana y el Colegio de Abogados, cada uno de ellas con 150 pesetas. La Diputación de Teruel aportó 650 pesetas, pero no consta que lo hiciera la de Teruel.
         Pero, también aportaron fondos muchos ayuntamientos aragoneses y algunos de fuera, como el de Barcelona con la importante cantidad de 2.134,65 pesetas o el de Cáceres con 100.
         Entre los aragoneses, el primer lugar lo ocupa el de Zaragoza con 14.960 pesetas, pero lo sorprendente es que el de Borja contribuyó con 250 pesetas, al igual que Calatayud, Daroca y Alcañiz, sólo superados por Sos (396), Mora (329), Cariñena (300) y Calatorao (257,50). Atrás quedaron ciudades importantes como Tarazona que sólo aportó 50 pesetas.
         Pero, junto con Borja, también donaron cantidades significativas otros municipios de nuestra zona: Agón (50), Albeta (7), Ambel (50), Boquiñeni (62), Fréscano (58), Fuendejalón (55,50), Maleján (20) y Trasobares (10).

         En total la cantidad recaudada fue de 75.603,97 pesetas, ascendiendo los gastos a 77.368,43, por lo que hubo un déficit de 1.765,06 pesetas.



         Para justificar la diferencia entre las cantidades recaudadas en cada municipio, cabe apelar a la posición ideológica de quienes los gobernaban. En el caso de Borja era Alcalde D. Feliciano Rivas Foncillas, preclaro representante de los liberales, aunque no pudo asistir a la inauguración del monumento, ya que el 1 de enero de 1904 fue sustituido por D. Rafael Nogués Aguilera, aunque volvió a la Alcaldía el 12 de agosto de 1905. El Ayuntamiento de Borja acudió en corporación, con su pendón al frente.




         En aquellos momentos, había sido nombrado Alcalde de Zaragoza, otro destacado personaje vinculado a nuestra ciudad, D. Alfredo de Ojeda Perpiñán que, por otra parte, había sido promotor del monumento a los Mártires al que había contribuido generosamente. Además, ese monumento fue proyectado por el arquitecto D. Ricardo Magdalena Tabuenca, cuyos padres, como es sabido, eran naturales de Borja.
         Así es que nuestra ciudad está relacionada, en cierta medida, con los dos monumentos situados en los extremos del paseo de la Independencia que respondieron, en su momento, a planteamientos ideológicos diferentes.

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