Ayer
recibieron cristiana sepultura los restos mortales de D. Mariano Villabona
Modrego, uno de los colaboradores históricos del Centro de Estudios Borjanos,
amigo entrañable y, ante todo, un hombre bueno.
Su
vida estuvo marcada, junto con el amor a su familia, por una dedicación
permanente al estudio de la historia de Ainzón, la localidad que le vio nacer
el 8 de mayo de 1933. Entre sus trabajos, merece la pena recordar el artículo “El
dance de la villa de Ainzón”, publicado en Cuadernos de Estudios Borjanos y el
libro que él mismo editó sobre las reliquias de San Severino, conservadas en la
iglesia parroquial de Ntra. Sra. de Piedad.
Precisamente,
el pasado 15 de agosto la comunidad parroquial le dedicó un entrañable
homenaje, en el que intervino el Presidente del Centro y al que Mariano
correspondió con emocionadas palabras.
En
los últimos años, había colaborado intensamente con el Archivo Diocesano de
Barcelona, ciudad donde desarrolló su vida profesional y donde residía. Allí le
fue encomendada la catalogación de los fondos correspondientes a la censura
eclesiástica de libros que se conservan en dicho archivo, labor a la que se
dedicó con extraordinario entusiasmo. Elaboró, asimismo, un Corpus Documental
sobre la historia de Ainzón y, especialmente, acerca de su iglesia parroquial a
la que siempre dedicó una especial atención.
Al
recordar hoy su figura, queremos transmitir a todos los miembros de su familia,
nuestros sentimientos de condolencia y el afecto que siempre le profesamos.
Descanse en paz este ilustre hijo de la villa de Ainzón.
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