sábado, 1 de febrero de 2014

Novilladas en Borja


            Traemos hoy a nuestro blog tres carteles de novilladas que se celebraron en Borja, siendo Alcalde D. Vicente Compans Manero. Para ello, fue instalada una plaza de toros portátil, de madera, en el patio del Grupo Escolar. Como recordarán nuestros lectores en esa zona estuvo la única plaza estable que hubo en nuestra ciudad, la cual fue eliminada cuando se iniciaron las obras de las escuelas. Esta plaza de 1959 tenía los tendidos dispuestos en forma de cuadrilátero, aunque el ruedo era, lógicamente, circular.

            En ella torearon los novilleros Angel Grau y Baldomero Martín “Terremoto”. El primero de ellos había nacido en Barcelona y tuvo éxito como novillero. El año que actuó en Borja, había logrado cortar dos orejas a uno de sus novillos en Figueras. Llegó a tomar la alternativa en Barcelona, el 19 de septiembre de 1968, siendo padrino Manuel Blázquez y testigo Gregorio Tébar “El Inclusero”. Cuando se retiró, continuó vinculado al mundo de los toros, siendo apoderado de José Pacheco “El Califa”.




            Baldomero Martín “Terremoto” había nacido en Torremolinos el 25 de agosto de 1940. Venía precedido por una gran fama que se había cimentado en un toreo tremendista que, en aquellos momentos, era del agrado de un sector del público. A Borja llegó tras varias actuaciones en otras plazas aragonesas y no defraudó a sus seguidores. La enfermería, atendida por los tres médicos titulares de la ciudad y los dos practicantes, como se llamaba entonces a los enfermeros, estaba instalada en una de las aulas de las escuelas. Uno de los facultativos, se pasó la corrida preparando todo pues como decía “A éste nos lo traen”. Afortunadamente, el percance no se produjo y “Terremoto” llegó a presentarse en la plaza de las Ventas, en 1962, pero fracasó pues la afición madrileña no era proclive a ese tipo de toreo. A pesar de ello, llegó a tomar la alternativa en Marbella, el 2 de octubre de 1966, de manos de “El Cordobés”. Su actuación fue deslucida y decidió retirarse.



Al año siguiente, volvió a instalarse la plaza en el mismo lugar, siendo programadas dos novilladas. En ambas encabezaba el cartel Ramón Graña, del que no hemos encontrado datos, salvo la referencia a una novillada celebrada en Zaragoza, en agosto de 1960, en la que actuaron Curro Montenegro,  “Mondeño II”, “Niño de Tánger” y  Ramón Graña.
Manuel Carnero Segura había nacido en 1939, aunque desde niño residió en Barcelona. En su época de novillero utilizaba el apodo de "Chamaquín”, aunque en Borja se le anunció como “Manolo Carnero” y sevillano. Tomó la alternativa en Orihuela, el 3 de marzo de 1968, de manos de Juan Muñoz. En esos momentos se anunciaba con el nombre de “Manolo Quintana”.  Tras su retirada, llegó a publicar varios libros sobre el mundo del toro, entre ellos el que llevaba por título La otra cara de la fiesta.
El tercer novillero de aquel año fue Ángel Bona, nacido en Melilla donde se inició en su carrera taurina con el apoyo de profesores y alumnos del instituto de esa ciudad. Años después se estableció en Aragón, toreando en diversos lugares con el sobrenombre de “Angelillo”. 



La novillada de 1961 fue la primera picada  y en ella actuaron “El Duende” y “El Bala”. El primero de ellos se llamaba Enrique Troc Franco, utilizando un apodo frecuente que han llevado otros diestros. Había nacido en Zaragoza el 14 de julio de 1936 y cuando llegó a Borja llevaba ya ocho años toreando sin que le acompañara el éxito.



Manuel Álvarez Prieto “El Bala” había nacido en Sevilla el 11 de diciembre de 1936 y era otro de los cultivadores de ese estilo tremendista al que antes hicimos referencia. Esta forma de torear le ocasionó numerosos percances. De hecho, en Borja sufrió un puntazo sin consecuencias. Llegó a tomar la alternativa el 10 de abril de 1966, en la plaza de Arlés (Francia), de manos de Paco Corpas, siendo testigo Efraín Girón. 



Su carrera se interrumpió trágicamente en la plaza de San Sebastián de los Reyes (Madrid), el 28 de agosto de 1967, cuando al salir de un pase mirando a los tendidos, el toro “Gallito” de la ganadería de Filiberto Sánchez le propinó una tremenda cornada que le seccionó la arteria y la vena femoral, poniendo en grave peligro su vida. Se salvó, aunque hubo que amputarle la pierna izquierda. Con las ayudas recibidas abrió una cafetería en su ciudad natal. El 8 de noviembre de 1983 fue encontrado muerto en su domicilio, tras sufrir una caída casual. 

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