Manuel
Villarroya Pérez nos entregó ayer el libro que acaba de editar como sentido
homenaje a Antonio Chueca Ibáñez, “El jotero de la Tonda”, un talamantino que
no sólo destacó por su afición a nuestro canto regional, sino que colaboró en
numerosas iniciativas culturales, fue esposo y padre ejemplar, amigo de sus
amigos y un hombre bueno que ha dejado un recuerdo imperecedero.
A
perpetuar su memoria quiere contribuir esta obra en la que se han reunido
numerosas imágenes de su vida, junto con artículos de su hija, de su ahijada, del
propio Manuel Villarroya, y una selección de las jotas que, con su recia y bien
timbrada voz, lanzó al aire del Moncayo tantas veces.
No hay comentarios:
Publicar un comentario