Acaba de hacerse
público el fallo de los Premios Hispania Nostra que, desde 2001, convocan
conjuntamente la Asociación Hispania Nostra y la Fundación Banco Santander. Son
diferentes a los Premios Unión Europea/Europa Nostra que recientemente fueron
entregados en Berlín.
Constan de tres
categorías dedicadas, respectivamente, a la “Intervención en el Territorio o en
el Paísaje”; la “Conservación del Patrimonio como Factor de desarrollo
económico y social”; y la “Señalización y Difusión para el Patrimonio Cultural
y Natural”. Un jurado de expertos se encarga de la evaluación de las
candidaturas presentadas y de la concesión de los premios que este año han
recaído en las siguientes realizaciones.
El Premio a la
Intervención en el Territorio o en el Paisaje ha sido otorgado al Proyecto de
Rehabilitación de la antigua Real Fábrica de Hojalata de San Miguel de Ronda. Esta
intervención ha consistido en la recuperación y rehabilitación de esa Real Fábrica, construida en el año 1725, y
que se encontraba abandonada y en estado de ruina. A partir de 2002 se han ido
restaurando todas y cada una de las instalaciones que la configuraron. El impacto que ha tenido la intervención ha
sido multidisciplinar, ya que ha supuesto un amplio beneficio en los campos
histórico y cultural, medioambiental, educativo, social y empresarial.
El Jurado ha destacado
del proyecto “su interés en la recuperación de un paisaje industrial del siglo
XVIII ligado al primer alto horno de España y a la energía hidráulica producida
en los ríos que rodean el lugar. Además de los edificios se ha tenido en cuenta
la recuperación productiva del paisaje dedicándolo a viñedo y enoturismo, en
perfecto equilibrio con el bosque original mediterráneo".
Aunque se le conoce con
el nombre de “San Miguel de Ronda”, en alusión a la serranía de la que obtenían
la madera, la fábrica se encuentra ubicada en el municipio malagueño de Júzcar
que alcanzó fama porque todas sus casas fueron pintadas de azul y sus calles
decoradas con personajes de la serie de los pitufos. Llegó a ser conocido como
“El Pueblo Pitufo”, pero en 2017 tuvo que retirar los muñecos y esa peculiar
denominación al no haber alcanzado un acuerdo con los propietarios de los
derechos de la serie que exigían un 12 % de todos los beneficios que obtuviera
la localidad por ese reclamo turístico.
En la categoría de “Conservación del
Patrimonio como Factor de desarrollo económico y social” se han concedido “ex
aequo” dos premios. El primero a la restauración de la Logia del jardín de la
Casa Palacio de los Ribera en Bornos (Cádiz).
La intervención
en la Palacio de los Enríquez de Ribera, un monumento de singular importancia,
se ha centrado en la recuperación de una logia de gran interés arquitectónico y
artístico por su diseño y sus elementos. Se trata de una equilibrada y
brillante composición del Renacimiento español, diseñada por el arquitecto
italiano Benvenuto Ortello, adaptando los conceptos de un jardín renacentista a
los elementos preexistentes presentes en el palacio de tradición hispana.
Según el Jurado, “El proyecto de Bornos adquiere una especial
relevancia por la perfección técnica en la ejecución de las obras de
recuperación, tanto de la logia como del
jardín, además de ser un ejemplo de colaboración público privada, en el que los
ciudadanos y los distintos actores sociales de la localidad han aportado, a
través de una eficaz campaña de micromecenazgo, los fondos necesarios para la
conclusión del proyecto”.
El
otro premio concedido en esta categoría ha sido para la transformación de los antiguos edificios
industriales de Ferrándiz y Carbonell en el actual Campus de Alcoy (Alicante).
Este proyecto ha
consistido en la remodelación de dos antiguos edificios industriales de inicios
del siglo XX para transformarlos en parte del Campus de Alcoy de la Universidad
Politécnica de Valencia.
El Jurado argumentó la concesión
señalando que: “En el caso del campus de Alcoy, se recupera un patrimonio
industrial singular del siglo XX para un uso actual, que subraya el paisaje
urbano así como la acertada rehabilitación de las naves industriales. Además de
la conservación patrimonial, esta actuación pública favorece el desarrollo
social y económico de la ciudad, con el incremento del alumnado de dicha
universidad, desde 400 a 2.400 alumnos”.
Finalmente,
el premio en la categoría de “Señalización y Difusión para el Patrimonio Cultural
y Natural” ha recaído en la publicación digital “Numancia: arqueología e
historia”.
Se trata de un libro
multimedia editado por José María Luzón y María del Carmen Alonso y que se
encuadra dentro de las actividades realizadas con motivo del 2150 aniversario
de la toma y destrucción de la ciudad. Cuenta con archivos multimedia
realizados a partir de numerosas campañas de vuelos de dron, fotogrametría en
el yacimiento y en el Museo Numantino, campañas de exploración del subsuelo
mediante georradar y una amplia recogida de documentos, fotografías antiguas,
noticias de hemeroteca y otras fuentes. Incluye también imágenes 3D de objetos
significativos hallados en Numancia, que se conservan en el Museo Numantino de
Soria y complementan la visión que se da del conjunto de la ciudad celtibérica.
El Jurado ha destacado
“su especial valor para la difusión de las múltiples actuaciones que se han
llevado a cabo en el emblemático yacimiento y paisaje cultural de Numancia, el
libro multimedia reúne el conocimiento integral sobre el lugar y suma las
aportaciones tecnológicas más recientes al servicio de la arqueología y de la
conservación patrimonial. Todo ello en una plataforma "ad hoc", de
libre utilización, que supone un hito de colaboración entre instituciones, como
la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, la Universidad Complutense y
Acción Cultural Española (AC/E).”
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