Poco
después del incendio de la catedral de Notre Dame, la inquietud ha surgido
entre los amantes del Patrimonio Cultural, como consecuencia de la palabras del
Presidente de la República Francesa anunciando la convocatoria de un concurso
internacional para reconstruir la flecha de la catedral con técnicas actuales.
Inmediatamente,
un grupo de persona, sumamente preocupadas por la cuestión, ha difundido una
petición a la que nuestro Centro ya se ha sumado, cuyo texto traducido es el
siguiente:
“Al
tener conocimiento a través de los medios de comunicación que el gobierno
francés, en lugar de reconstruir la aguja de Notre-Dame de Paris de la misma
manera, apelando a todos los artesanos y conocimientos tradicionales que
todavía existen en Francia, acaba de lanzar una "Concurso internacional de
arquitectos" para levantar una nueva flecha "adaptada a las técnicas
y apuestas de nuestro tiempo" (sic!).
Solemnemente pedimos al
Presidente de la República que la flecha de Viollet-le-Duc sea reconstruida en
su forma original, tal como era antes del terrible incendio del pasado lunes.
El desprecio en que
parte de la élite francesa parece tener a Viollet-le-Duc no puede justificar la
reconstrucción de otra flecha sino la de este gran artista que ha engalanado
los cielos de París durante más de 150 años y que todos tenemos en nuestra
memoria.
Nos enfrentamos
al riesgo de encomendar su reconstrucción a un “arquitecto estrella” y ¡Notre-Dame
no debe ser un trofeo de caza para esos arquitectos que necesitan notoriedad!
Reconstruir
de modo diferente al original (al menos en su aspecto visual exterior), la
flecha de Notre-Dame de Paris sería un insulto no solo para la memoria de este
gran artista que fue Viollet-le-Duc, sino también para los parisinos, los
franceses y muchos extranjeros que están traumatizados por el incendio de
Notre-Dame y quieren volver a reencontrarse con la catedral, su catedral, como
lo han hecho a lo largo de sus vidas.
Señor presidente,
miembros del gobierno, no añadan a la pena que miles de personas ya están
experimentando una afrenta a la historia y al sentido común. A París no le
faltan otros lugares para que florezca la arquitectura moderna”.
Que el sentido común
impere en estos momentos es nuestro más ferviente deseo. Para que todos
aquellos que lo deseen puedan sumarse a la petición, como hemos hecho nosotros,
les indicamos este enlace.
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