Una de
las más bonitas tradiciones borjanas es la de la ronda del roscón que todos los
años recorre nuestras calles en la víspera del Día de San Jorge. Para los que
nos leen desde otros lugares debemos precisar que, con este motivo, se lanzan
desde balcones y ventanas, roscones a los rondadores que quedan ensartados en
una larga caña. Desde hace muchos años, colaboramos con varios roscones desde
el balcón principal de la Casa de Aguilar y, en esta ocasión, se encargaron de
tan delicado cometido dos jóvenes baturras, muy bien vestidas y ensayadas (en
el arte de lanzar roscones).
Pero,
por razones que ignoramos este año la ronda modificó su itinerario y en lugar
de llegar hasta nuestra sede al inicio del recorrido, lo hizo al término del
mismo. La larga espera provocó estragos en las lanzadoras, como puede
apreciarse en esta imagen, a pesar de que hemos optado por "censurar" los detalles más llamativos.
Afortunadamente,
cuando al fin llegaron, lograron atinar, no sin esfuerzo en la caña y los
roscones llegaron a su destino. Acertaron las dos, aunque sólo nos han llegado
imágenes de una de ellas.
La
plaza reunió a un buen número de personas que aplaudieron con fuerza la
actuación de la rondalla y las jotas magistralmente interpretadas por las
gemelas Yolanda y Berta Martínez Gracia, así como los bailes de los miembros de
la Escuela Municipal de Folclore en la contigua plaza del Olmo.
Es costumbre
que, al finalizar el acto, los colaboradores del Centro y las protagonistas del
lanzamiento se reúnan para dar buena cuenta de otros roscones, acompañados con
moscatel. Así lo hicieron aunque este año la “fiesta” había comenzado mucho
antes, como hemos podido ver. Fue una lástima que nos la perdiéramos.
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