Cuando
se encontraba practicando el deporte de la caza en las laderas de la Muela
Baja, D. Pablo Tejadas encontró una curiosa piedra fragmentada en la parte
inferior del barranco de la Albardilla. Por el interés que en él despertó el
hallazgo, buscó la parte que faltaba, logrando localizarla a bastante distancia
de la anterior. Decidió cargar con ellas y traerlas hasta nuestro Centro, donde
fueron descargadas por un grupo de bien nutridos investigadores.
Este
es el aspecto que presenta, una vez aproximados los dos fragmentos, dando la
impresión de ser la gorronera inferior de una puerta, aunque en los alrededores
del lugar donde fue encontrada no se advierten restos de una construcción de
entidad suficiente para requerir un cerramiento tan grande. Sí que ha habido
corralizas y existen datos sobre dos torres vigías que hubo en el Raso, pero no
quiere decir que pudieran pertenecer a ellas.
En
cualquier caso, es de agradecer la sensibilidad de D. Pablo y su generosidad al
donarla a nuestro Centro, donde será estudiada por los especialistas en la
materia.
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