A mediodía de mañana, tendrá lugar en el palacio San Gil, de la calle Mayor un importante acto para el que hemo recibido la correspondiente invitación, a pesar de lo cual no podremos asistir por encontrarnos todavía ausentes de la ciudad.
Ha sido convocado por la asociación “La
Casa Grande San Gil”. Es interesante señalar que, en Aragón y en nuestra ciudad
no era de uso habitual el término “palacio” y los edificios de determinadas familias
se conocían con el de “Casa grande”, aunque siempre con el añadido del apellido
familiar, pues “casas grandes” lo eran todos.
Lo que se va a presentar es la
biografía del Teniente General D. Carlos San Gil y Lajusticia, uno de los más
ilustres personajes nacidos en nuestra ciudad, que debería haber sido objeto
del homenaje que merece. En este sentido, nuestra ilusión sería que, en la
fachada de la casa-palacio donde nació, hubiera una placa que recordara ese
acontecimiento.
Su brillante carrera militar, a la que
hace referencia la biografía, alcanzó uno de sus puntos culminantes en la batalla
de Almansa, cuyo resultado favorable al bando borbónico, decantó el curso de la
Guerra de Sucesión y, por lo tanto, el futuro de España. Allí fue el único
militar español que mandó un cuerpo de Ejército. Su retrato ecuestre, de gran
interés, preside una de las estancias de la casa.
En cuanto al autor de la obra, D. Antonio San Gil Cela, es
hijo del capitán del Ejército del Aire D. Antonio San Gil de Pedro, fallecido
el 9 de febrero de 1953 cuando el aparato HA-43 que pilotaba en compañía
del también capitán D. Álvaro Domínguez Aguado, se estrelló en las proximidades
de Madrid, realizando unas pruebas de vuelo.
Sobre las circunstancias de aquel accidente publicamos un
artículo en este blog, al igual que de la visita que nos efectuó, en compañía de
su esposa Dª. Carmen Alcalá-Galiano Imbert, descendiente del brigadier de la
Real Armada D. Dionisio Alcalá-Galiano y Alcalá-Galiano (1760-1805) uno de los más
relevantes marinos españoles que murió combatiendo heroicamente en la batalla
de Trafalgar, al mando del navío Bahama. En aquella ocasión, hace año y
medio, nos entregó el primer borrador del libro que leímos con gran interés.
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