El órgano de la antigua colegiata de Santa María de Borja fue el principal protagonista del concierto celebrado ayer, que tuvo como complemento otras actividades que, sin incurrir en tópicos, no podemos dejar de calificar como de especial importancia para la Música en nuestra comarca y para ese empeño puesto en marcha por la asociación de Amigos del Órgano Histórico de Ainzón, tendente a la recuperación de todos los órganos de nuestra zona.
Antes de comenzar el acto, tuvimos la
oportunidad de saludar al Vicepresidente de la comarca de Campo de Borja D. Pedro
Joaquín Morales Espligares que estaba acompañado por D. Fernando Gabarrús, de
Dulzaineros del Bajo Aragón. La comarca está teniendo un papel fundamental en
la organización de este ciclo de conciertos que se están sucediendo en diversas
localidades de nuestra zona.
Por parte de la corporación municipal
de Borja, pudimos fotografiar al Concejal Delegado de Cultura D. Jorge Jiménez
Ferrández que, a su condición de político ejerciente, une la de ser una persona
especialmente vinculada al mundo de la Música, por tradición familiar y por
formación académica.
El concierto arrancó con la
interpretación de una pastorela de Seo zaragozana, a cargo de Carmelo Pueyo al
órgano, acompañado por Aitor Aranda (percusión) y Luis Gracia (trompeta).
Seguidamente, Miguel Ángel Temprano
interpretó el Tiento de segundo tono sobre la letanía de la Virgen, de Pablo
Bruna, antes de que Carmelo Pueyo, efectuara la presentación del acto.
Carmelo es el principal impulsor de
esta iniciativa cultural y, en su intervención, tuvo palabras de agradecimiento
para quienes la han hecho posible, con su apoyo, desde instancias políticas
hasta los párrocos responsables de las diferentes iglesias en las que se han
llevado a cabo los conciertos. Destacó la importancia del que tenía lugar en
Borja, por las características de su repertorio, con obras clásicas y de
autores contemporáneos, como José Antonio Bellido, Víctor Rebullida o el propio
Carmelo. Pero, también, por el hecho de que se haya logrado reunir intérpretes
consagrados junto con otros muy jóvenes, surgidos en la comarca, que vienen a
representar la necesaria continuidad de una tradición musical que hay que
apoyar y potenciar.
Seguidamente, habló Fernando Cabarrús,
dando noticia de la colección de instrumentos musicales tradicionales, reunidos
por los Dulzaineros del Bajo Aragón, los cuales se mostraban delante del
presbiterio.
Como puede apreciarse una amplia
colección, acompañada por paneles explicativos en los que se mostraban las
características de los diferentes tipos en los que estaban agrupados. Al
finalizar el concierto, se ofrecieron datos más detallados e, incluso, pudo
escucharse el sonido de algunos de ellos.
Jesús Pérez Aznárez, natural de Trasobares, es un profesor de
música, pianista y organista al que, además de escucharle interpretando alguna de
las obras del concierto, nos explicó la importancia de los armonios, instrumentos
por los que ha mostrado siempre un gran interés.
Como es sabido, el armonio es un híbrido entre el piano y el
órgano que procede del acordeón. Surgió en 1840 y tuvo una gran importancia en ambientes
sacros y profanos, para caer más tarde en cierto olvido. Destacó los existentes
en la colegiata, a los que habría que añadir los de otros templos de nuestra
ciudad.
A continuación D. Emilio Jiménez Aznar
habló sobre su libro Organería en Borja. El órgano de la colegial de Borja,
cuyo interés resaltó Carmelo Pueyo, como expresión de la historia de ese
instrumento y de las numerosas anécdotas que, en torno al mismo, se ofrecen en
la obra.
El concierto prosiguió con la intervención
de los intérpretes ya mencionados, junto con la de los organistas Sonia Pueyo,
Víctor Gabarrús, Isabel Ramírez y Jesús Pérez.
El público asistente que, en buena medida,
llenaba la nave del templo disfrutó mucho con un acto que viene a ser expresión
de ese impulso que se está queriendo dar a la recuperación de nuestros órganos
históricos.
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