Ayer hablábamos de los llamadores con forma de mano que, como signo de protección, se utilizaban recordando el amuleto conocido como la “Mano de Fátima”, ampliamente difundido en el mundo islámico. Hoy vamos a hacerlo de otros llamadores no menos frecuentes que, de forma esquemática, representan los órganos genitales masculinos como expresión de un deseo de fecundidad en la casa.
Hay unos en los que, de forma más o
menos estilizada se representan los genitales completos, testículos y pene. Incluso
en una imagen que hemos encontrado en Internet, aparece, entre los testículos,
una concha, clara referencia a los órganos genitales femeninos.
Mucho más frecuentes en Borja, o al menor es mayor el número de fotografías que de ellos tenemos, son los que representan únicamente el pene, comenzando por el que se encuentra en la puerta de la propia sede del Centro.
En cierto modo, los modelos más modernos recordaban también el origen de aquellos llamadores fálicos, aunque fuera más difícil asociarlos a él.
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