Junto a la iglesia parroquial, en Fuentestrún existe un edificio de considerables proporciones que llama la atención por su hermosa portada y que, según nos refirieron, pudo ser en el pasado un hospital de peregrinos.
En su elaborada decoración, que merece un estudio más detallado, aparecen las vieiras asociadas al Camino de Santiago, que pasaba por la localidad, pero también las aspas de San Andrés, en sus jambas, y sobre la de la derecha la fecha de 1550, correspondiente a su construcción.
Pudimos ver
el monumento en bronce que representa a un hombre labrando, con una poética
dedicatoria que dice: “A todas las mujeres y hombre de Fuentestrún que
aprendieron a labrar la tierra sin ceder al desaliento, ni los tropiezos de las
heladas, las dificultades o las malas hierbas, y supieron sembrar en sus hijos
semilla de tesón, respeto y ejemplo. 2010”. Lo que no vimos o supimos encontrar
fue el nombre del autor de la escultura, algo que nos viene ocurriendo con
muchos monumentos de diferentes localidades y que, en nuestra opinión,
merecería ser destacado.
De fecha anterior es este otro monumento
dedicado a los emigrantes, realizado en acero corten, con la inscripción “A
todos los que dejaron nuestro pueblo en busca de un futuro mejor, Fuentestrún
no os olvida. 2006”. No llegamos a verlo, pero queremos dejar constancia de su
existencia, aunque tampoco sabemos el nombre del autor.
Finalmente, queremos mencionar las
fuentes que, con su abrevadero contiguo, pudimos ver desde la iglesia, en esa
rápida visita en la que, lógicamente, no llegamos a disfrutar plenamente de toda
la belleza de esta localidad.
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