Vamos a comentar un curioso hecho protagonizado por el diputado republicano D. Venancio Sarría Simón y el periódico La Voz de Aragón, del que nos informó uno de nuestros lectores, creyendo que el citado diputado guardaba relación con nuestra comarca y, en concreto, con la familia Sarría de Bisimbre.
Pero, había nacido en Utebo y, a los
veinte años, se afilió a la Juventud Republicana, de la que llegó a ser
Presidente. En 1914, ingresó en la masonería y ese mismo año fundó el Partido
Republicano Autónomo Aragonés, convirtiéndose en un activo propagador de sus
ideas, lo que le hizo padecer persecución y condenas. En 1929 participó en la
constitución del Partido Radical Socialista y, en 1931, fue elegido Diputado a
Cortes por la Conjunción Republicano Socialista. A finales de 1933 abandonó su
militancia radical socialista e ingresó en la Izquierda Republicana de Manuel
Azaña. En 1936 fue nombrado Delegado del Gobierno en la Confederación
Hidrográfica del Ebro y, tras el inicio de la guerra civil, fue detenido,
siendo fusilado en noviembre de 1936.
Durante su etapa como diputado se
caracterizó por la defensa encendida de los intereses aragoneses, mostrándose
especialmente activo a la hora de interpelar al gobierno sobre todas aquellas
cuestiones de actualidad referidas a nuestra región.
Una de ellas, tuvo que ver con los
incidentes acaecidos en Monreal de Ariza que dieron lugar a un vivo debate y a
la pequeña polémica con La Voz de Aragón, a la que nos vamos a referir.
A finales de julio de 1931 se produjo
en Monreal de Ariza un triste suceso, del que se hizo amplio eco la prensa,
especialmente aquella que, como República, compartían los ideales del nuevo
régimen.
Una noche, en el transcurso de una
ronda por las calles de la localidad, los integrantes de la misma interpretaron
cantares que fueron considerados ofensivos por los republicanos locales que, en
buen número y con el alcalde a la cabeza salieron a la calle, enfrentándose a
los rondadores. Como consecuencia de ello resultó muerto el jefe de los
radicales socialistas Pedro Enguita Morón y herido el alcalde Félix Morón.
No fue el único hecho lamentable, de
estas características, que se produjo en una localidad aragonesa y, frente a
todos ellos, se alzó la voz de Venancio Sarría, exigiendo medidas más eficaces
para impedirlos y el castigo a los responsables e inductores.
Pero, cuando la noticia de su
intervención parlamentaria, llegó a la capital aragonesa, el periódico La
Voz de Aragón, en el que por cierto trabajaba D. Emilio Alfaro Lapuerta, la
comentó. pero refiriéndola a otra localidad, en concreto a Sástago.
Inmediatamente el diputado Sarría pidió
que se corrigiera pues, según afirmaba de lo que había tratado era de los
sucesos de Monreal de Ariza y, para nada, había mencionado a Sástago, aportando
para ello la transcripción del Diario de Sesiones.
Lo interesante es que, al publicar la
aclaración, el periódico zaragozano hacía constar que el error de su
corresponsal había sido el mismo que el de todos los periodistas madrileños
presentes en el hemiciclo que también habían mencionado a Sástago.
Con indudable ironía decían que “el
error es admisible por la perfecta consonancia de los nombres Sástago y Monreal
de Ariza”, sobre todo cuando los periodistas, tanto madrileños como aragoneses,
no conocían esas localidades.
Terminaba afirmando
“¡Londres-Boulogne-sur-Mer! ¡Sástago-Monreal de Ariza! Los cuatro tienen
idéntica eufonía y perfecta conjugación de consonancia”.
Al parecer, el diputado se había
equivocado, aunque el error fue subsanado en el Diario de Sesiones. Pero, ¿Se
imaginan nuestros lectores que, en nuestros días, nos atreviéramos a ironizar
sobre un alcalde o diputado? Con temas menos importantes hemos podido constatar
airadas respuestas, tanto de los afectados, como de los coros de palmeros que
pululan por las redes sociales, que entonces no existían.
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