Jorge Andía, siempre interesado por los temas relacionados con nuestro patrimonio, nos ha llamado la atención sobre esta preciosa obra que se exhibe en la sala III del Museo de la Colegiata.
En su opinión, tiene muchos
paralelismos con esta Piedad de Damiant Forment, realizada en alabastro policromado
y dorado, entre 1522 y 1525, que procede del retablo de Santa Ana, San Jerónimo
y San Martín de la capilla de la catedral de Huesca que perteneció al canónigo
Martín de Santángel.
El tratamiento de la cara de la Virgen,
el del cabello del ángel, o la policromía de los paños, es evidente que ofrecen
una indudable similitud. No es el primer investigador que apunta en esa
dirección y, en concreto, está en curso un trabajo sobre la posible relación
con Borja del gran escultor de origen valenciano, que puede depararnos noticias
muy importantes.
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