miércoles, 29 de agosto de 2018

Novedades en Veruela


         El pasado domingo tuvimos la oportunidad de visitar el monasterio de Veruela, donde no habíamos estado desde hace algún tiempo, pudiendo constatar los cambios que se han operado en el mismo.

         En primer lugar, en el palacio abacial donde avanzan las obras de restauración y en el que se encontraba instalada una exposición itinerante de la Casa de Velázquez de Madrid, entidad que depende del gobierno francés.







         Este es el aspecto que presenta su patio interior, donde han sido reemplazadas algunas de las cuatro columnas de piedra negra que lo conforman, mostrando las originales, junto a otros elementos constructivos, junto con un panel explicativo de los trabajos de recuperación.




         En  las salas situadas junto al zaguán de entrada se podían contemplar las obras que forman parte de la exposición a la que hemos hecho referencia. Este espacio ha venido a reemplazar a las salas contiguas al refectorio del monasterio que ahora ya no se pueden visitar, probablemente por haber sido incluidas en la zona dedicada a Parador Nacional.





         También se han operado cambios en la tapia de separación de la antigua huerta y del jardín situado frente al acceso principal al monasterio. Se han abierto vanos en la misma, desde los que puede contemplar una zona pavimentada y el antiguo molino.





         Este jardín romántico es muy agradable, al igual que el paseo arbolado que, desde el torreón de entrada, conduce a la iglesia del monasterio.




         Recorrer Veruela siempre constituye una grata experiencia y nos han hablado muy bien de las visitas teatralizadas que han tenido lugar este verano. La pena es que, poco a poco, el visitante haya sido privado de la contemplación de diferentes zonas del antiguo cenobio cisterciense. Primero fue la escalera monumental que da acceso al llamado “monasterio nuevo” con su escalera monumental, el Salón de Reyes y algunas de las antiguas celdas, donde estaba instalada la exposición que, sobre Bécquer, fue trasladada a la cilla. Ahora hemos constatado que ya no se puede ver el llamado scriptorium y las dependencias anexas al refectorio.




         Ello ha obligado a instalar nuevos servicios en la planta baja de la antigua Casa de Ejercicios (antes estaban junto al calefactorio). Lo señalamos pues nos costó encontrarlos, aunque son fácilmente accesibles (hay otros junto al Museo del Vino). Como hemos comentado anteriormente es probable que todo ello venga motivado por la creación del Parador, cuya apertura se ha ido retrasando y que esperamos con ansiedad con la esperanza de que quienes se alojen en el mismo puedan disfrutar, al menos, de la visión completa de ese monumento excepcional que es Veruela.

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