Numerosas personas en la marcha de las estrellas

         Numerosas personas participaron, el pasado martes 14 de agosto, en la marcha nocturna, organizada por el Ayuntamiento de Fréscano y la Asociación Cultural Burrén, que partió de la plaza de la Iglesia a las 10 de la noche, en dirección al Parque Arqueológico de Burrén. Otras se desplazaron en coche y, entre todas, fueron más de 300 las que se dieron cita en ese lugar, en una noche fresca, pero agradable.

         Allí, junto a la reproducción de una casa de la II Edad del Hierro, el Alcalde de Fréscano D. José Valentín Cuartero Tabuenca, saludó a todos los presentes a los que, posteriormente, se sumaron muchos más, explicando el desarrollo de las actividades programadas y dando unos consejos para facilitar la ascensión al mirador situado en la cima del cabezo.

Seguidamente, el divulgador astronómico Jon Teus efectuó una interesantísima presentación en la que, con la ayuda de un espectacular puntero láser fue mostrando las diferencias entre estrellas antiguas y “recientes”, fácilmente identificables por su color. Mostró varias de ellas y señaló en el firmamento los planetas más conocidos. De cuando en cuando, cruzaba el cielo una estrella fugaz, entre los aplausos de la concurrencia.

         Al finalizar, se inició la ascensión al cabezo de Burrén, en una marcha de kilómetro y medio, no exenta de dificultades, alumbrados por las linternas que todos llevaban, componiendo una espectacular “procesión” luminosa que nuestra cámara no pudo captar.

         Muy cerca de la cima se habían instalado dos telescopios con lo que, todos los que lo desearon pudieron ver el planeta Saturno con sus anillos, al que habían sido enfocados los aparatos.

         Mientras tanto, otros pudieron probar el moscatel de Ainzón, con pastas, con el que el Ayuntamiento de Fréscano nos obsequió.

         Fueron varias las personas de Borja que participaron en la marcha, junto con otras llegadas de diferentes localidades de la comarca y de otros lugares más alejados. Algunos de ellos se atrevieron a subir al mirador superior, donde el viento se hacía sentir con mayor intensidad, amenazando con arrastrar a alguna joven deportista.

         Bonita experiencia la de esta marcha que, cada año, consigue atraer a más personas, no tanto por ver cruzar la “lluvia” de las Perseidas, sino por comprobar si son capaces de culminar el reto que siempre supone una marcha de estas características.