El M.
I. Ayuntamiento de Borja ha instalado en diferentes puntos de la ciudad nuevas
papeleras. Una medida acertada aunque aún deberían colocarse más, si bien su
colocación en algunos lugares especialmente sensibles entraña ciertas
dificultades por el reducido tamaño de las aceras.
Todo
ello debería acompañarse de una campaña de educación cívica, especialmente
entre los más jóvenes, dado que no es infrecuente observar que, teniendo a su
alcance una papelera, arrojan los desperdicios en la vía pública. Son las
familias y los centros educativos los ámbitos adecuados para transmitir esos
valores que redundan en beneficio de todos y de la imagen que ofrece Borja a
sus visitantes, especialmente cuando se está realizando un gran esfuerzo por
mejorar la calidad de la limpieza de sus calles.
Porque
es triste que poco después de pintar aquellos espacios en los que proliferaban
las pintadas, vuelvan a aparecer. A pesar de ello, creemos que no se debe
desistir en el propósito de borrarlas, tanto en ese lugar como en otros aún
pendientes y nos estamos refiriendo a la calle de San Bartolomé.
Tampoco
es aceptable que existiendo un servicio de recogida de muebles y enseres
domésticos, haya personas que sigan abandonándolos en las calles, aunque sea en
las zonas reservadas para depositar las basuras donde, además, entorpecen la
labor de los encargados de vaciar cada noche los contenedores.
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