jueves, 12 de agosto de 2021

Un magnífico artesonado de Tarazona en Mallorca

 

         Guillermo Carranza ha estado en Alcudia (Baleares) y allí ha tenido la oportunidad de visitar el museo Sa Bassa Blanca, creado por el matrimonio formado por el artista austriaco Ben Jakober (1930) y la también artista Marie-Claire Yannick Vu (1942), de origen vietnamita y nacionalizada britànica.

         Enclavado en una paraje de gran belleza, el museo y la fundación que lo sustenta merecieron, en 2009, uno de los Premios Europa Nostra, en la categoría de “Instituciones, personas y proyectos”.



         El complejo museístico está formado por varios espacios que se han ido incorporando sucesivamente. El primero de ellos fue un aljibe subterráneo de la finca que, completamente acondicionado, acogió a la impresionante colección de pintura de los siglos XVI al XIX que tiene como único tema el retrato infantil.





         El Jurado de Europa Nostra al otorgarle el Premio destacó su perfecta integración con la naturaleza con zonas tan sugerentes como un singular zoológico con esculturas de granito de gran tamaño o una espectacular rosaleda.




         Fue en 2006 cuando se abrió al público el edificio diseñado por el arquitecto egipcio Hassan Fathy, rodeado de jardines de clara inspiración islámica, que alberga una colección de arte contemporáneo, con obras de artistas de diferentes nacionalidades.


         Y es en ese edificio donde destaca una cúpula específicamente diseñada para albergar la obra que puede ser considerada la “joya de la corona” de la colección y que el gobierno balear ha declarado “Bien de Interés Cultural”. Para Guillermo Carranza constituyó una extraordinaria sorpresa comprobar que se trata de un extraordinario artesonado procedente de Tarazona.




         Realmente no puede ser una obra más espectacular y respecto a su procedencia no puede caber la menor duda dado que, por su base, corre una inscripción en la que puede leerse “Esta capilla iso a su costa Juan Fernandes Castellano canónigo capellán perpetuo en esta yglesia de Taraçona, la cual capilla edificó principalmente para culto de Dios e reverencia de la Concepción de Nuestra Señora Virgen Maris e acabose año del Nacimiento del Nuestro Salvador Jesucristo del Mil III XC VIII”. (La transcripción es la que aparece en el catálogo del museo y no hemos podido contrastarla con el original, por lo que puede tener errores).

         Inmediatamente, a la vista de una obra de tal importancia se nos plantean varias cuestiones: ¿De qué iglesia procede? ¿Cómo salió de Tarazona? o ¿En qué momento llegó a poder de los propietarios del museo?

         Hemos tratado de encontrar algún dato relacionado con este artesonado. No lo hemos encontrado ni en obras tan importantes como las dedicadas al expolio de nuestro Patrimonio, por Francisco Fernández Pardo.

         Se conoce mejor la trayectoria de otro artesonado, posiblemente procedente del palacio episcopal de Tarazona que adquirió el depredador marchante Arthur Byne quien, en 1935, lo vendió por 18.724 dólares al legendario William Randolph Hearst, el “Ciudadano Kane” de la película de Orson Welles, el cual tuvo que enajenarlo en 1942 por 3.200 dólares. Tras diversos avatares, en 1975 lo compró el empresario mexicano Mauricio Fernández Garza para su mansión de Monterrey, conocida como “La Milarca”.



Son varias las techumbres mudéjares que cubren las estancias de ese edificio donde se expone su gran colección de obras de arte, una de ellas de origen palentino, pero no hemos podido precisar cuál es la que se encontraba en Tarazona.

Se sabe también que otros dos artesonados turiasonenses llegaron a los  Estados Unidos. En la información recabada se afirma que en ellos estaba representadas escenas de la vida cotidiana aragonesa en el siglo XV, pero nada se afirma sobre su destino y ubicación actual.

A las escasas referencias localizadas sobre estos elementos perdidos del Patrimonio Cultural Aragonés, debemos sumar ahora el artesonado de Alcudia sobre el que podrán ofrecernos algún dato nuestros compañeros de Tarazona que posiblemente tendrían conocimiento de lo que nosotros ignorábamos y que ha constituido una gran sorpresa.


         Finalizamos mostrando este plano de la finca, que da idea de su magnitud, en el que aparecen reflejados los distintos espacios visitables. El hecho de que allí se conserve un elemento importantísimo del patrimonio aragonés, ahora convertido en Bien de Interés Cultural por el Gobierno balear, lo convierte en destino obligado para quienes visiten esa hermosa isla de Mallorca.





 




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