El
apellido Coloma deriva del latín Columba-ae
que significa “paloma” y dos palomas aparecen en el escudo utilizado por la
familia. Quizás por ello, estas aves se han enseñoreado de la calle que, en
Borja, está dedicada a D. Juan de Coloma.
En las redes de protección instaladas en el antiguo palacio de Navascués es frecuente ver palomas muertas, así como en los patios abiertos de las casas próximas, como ocurre en la Casa de Aguilar. El hedor que desprenden sus detritus al pasar por esa calle a veces resulta intolerable y el riesgo que entrañan cuando se mojan es muy grande para las personas ancianas, aunque ahora la brigada municipal los limpia con mayor frecuencia.
Pero,
¿De dónde proceden esas palomas? Estamos acostumbrados a verlas posadas sobre los
tejados de Santa María, pero muchos ignoran que, en torno al patio central del
citado palacio de Navascués, se concentran y anidan un número aún mayor. Revoloteando
en torno al mismo o posadas en los tejados pueden verse durante todo el día
pero es, poco antes del amanecer, cuando la concentración es mayor. La
fotografía que insertamos fue tomada ayer, cuando ya habían emprendido el vuelo
muchas de ellas. Sin embargo, como muestra la imagen, aun quedaban más de 200
según una rápido estimación que efectuamos.
Hemos
querido llamar la atención sobre ello, pues el fenómeno sólo es perceptible
desde las alturas. En ocasiones anteriores se han llevado a cabo tareas de
control por una empresa especializada pero, en esta zona, no creemos que se
haya hecho nada y el rápido incremento de su número acrecienta las molestias
para los que residen allí con el consiguiente riesgo que entrañan, por lo que
alguna medida habrá que adoptar por quien corresponda.
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