Las pesqueras de Gallur

 

         Poco después de que D. Guillermo Carranza diera a conocer en este blog algunas imágenes de las instalaciones que, con el nombre de pesqueras, existían en Novillas para conservar las anguilas capturadas en el Ebro, insertamos una foto del rótulo de la “Calle Pesqueras” de Gallur que hacía referencia a las que también existieron en esa localidad.

         Las pesqueras necesitan agua fresca para conservar el pescado y las que existían en Gallur se disponían en torno a un barranco, ahora convertido en calle del que todavía puede verse su desembocadura en el Ebro, donde existe una compuerta para evitar la entrada de sus aguas en casos de avenidas.

         En ese barranco había y hay un manantial al que se accede por unas escaleras, con un lavadero (que se ve en la imagen) y una fuente, a la izquierda, que suministraba el agua a las pesqueras.

         Según Guillermo Carranza, que ha recabado información en la zona, existieron al menos cinco pesqueras en los lugares señalados con flechas. Dos de los edificios, los del fondo, aún conservan restos alterados de las mismas, mientras que los otros dos han sido modificados o levantados con posterioridad.

         En el edificio de color rosa aún existe la pesquera con su acceso, aunque muy modificada, dado que fue destinada a otros usos.

         En el contiguo a él, existen dos accesos, uno de ellos en la parte posterior, y restos de la pesquera, aunque bastante deteriorados como el resto de la casa. No pudieron aclararle si esas dos entradas correspondían a una única pesquera o a dos.

         En esta otra casa, muy modificada, también existió otra que, al parecer tenía la entrada por un arco que recuerdan los vecinos de la zona, así como el puente que, en ese lugar, cruzaba sobre el barranco.

         Finalmente, en el lugar donde actualmente se levanta el edificio señalado con la flecha roja hubo dos pesqueras, de las que probablemente no quedan restos. Conviene señalar que el barranco discurría también en la dirección de la flecha,

         Por lo tanto, lo que está claro es que, aprovechando las aguas de la fuente y a ambos lados de ese barranco hubo, al menos, cinco pesqueras en las que se guardaban, hasta su venta, las anguilas pescadas en el Ebro.