Ayer regresó a Borja Jaime Suñer, del que apenas habíamos tenido noticias desde que finalizó su estancia en nuestro Centro. Y lo hizo para comunicarnos que, durante varios meses, va a llevar una vida de ermitaño en un lugar apartado del Pirineo aragonés.
En
concreto va a estar en la ermita de Santa María de Iguacel, un monumento de
gran belleza que formó parte del antiguo monasterio que, por orden del conde
Galindo, comenzó a construirse a mediados del siglo XI. Se da la circunstancia
de que este templo fue el tema escogido para su Trabajo de Fin de Grado.
Enclavada
en el valle de la Garcipollera, un paraje natural de extraordinaria
importancia, el obispado de Jaca ha decidido abrirla este año, eligiendo a
Jaime para que atienda a los visitantes o peregrinos (está cerca del camino de
Santiago) que lleguen hasta allí, de miércoles a domingos (ambos incluidos) de
11 de la mañana a 6 de la tarde.
Para
facilitar el desplazamiento a los que quieran llegar hasta allí, ofrecemos este
croquis, señalando que deben llegar a Castiello de Jaca, muy cerca de Jaca, y
desde allí ascender por el valle de la Garcipollera, advirtiendo que el último
tramo es una pista sin asfaltar.
Para
facilitar el desplazamiento a los que quieran llegar hasta allí, ofrecemos este
croquis, señalando que deben llegar a Castiello de Jaca, muy cerca de Jaca, y
desde allí ascender por el valle de la Garcipollera, advirtiendo que el último
tramo es una pista sin asfaltar.
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